Gerardo Conde
Entrelazando

A menos de un mes de que se lleve a cabo la consulta de Revocación de Mandato promovida por el inquilino de Palacio y sus huestes, se han enfrentado a su propia realidad: están moralmente derrotados.

El arranque de este año así lo registra.

El pueblo sabio ha tenido que cohabitar entre aplaudir a su líder o reprobarle sus acciones por afectar su nivel de vida cotidiana.

La filosofía franciscana se puso en duda con el escándalo de la casa gris, que descarriló el discurso de la “austeridad” como estilo de vida; pero, la puntilla que cerró el círculo de la hipocresía de “primero los pobres” fue el cierre de las escuelas de tiempo completo, dejando a las familias a su suerte.

Esta situación de precariedad que padece el pueblo sabio complica las andanzas del gobierno y de su partido por convocarlos a que participen en la consulta popular del 10 de abril.

Ante este escenario adverso, el inquilino de Palacio ha diseñado una doble estrategia de imagen para retomar el ánimo de seguir aprobando su gobierno.

Por un lado, se ha puesto nuevamente el perfil de gladiador para que lo sigan viendo como su defensor frente a la mafia del poder al seguir denostando a periodistas por su afán golpista en contra de la 4T y, también, frente al Parlamento Europeo por ser unos “borregos” injerencistas.

Esta actitud que asume el inquilino de Palacio lo pone nuevamente en el terreno de la polémica maniquea, con el propósito de segregar y confrontar a los mexicanos, bajo la tesis: estás conmigo y, por tanto, con el país, o estás con la mafia del poder, en otras palabras, en contra de la transformación del país.



No es casual que en momentos de crisis de credibilidad de su perfil de Mesías retome esta estampa para avivar las “conciencias” del pueblo sabio, para seguir manteniendo su apoyo y acompañamiento en sus propuestas y, con ello, expresar a sus opositores quien tiene el control del tigre y de su furia y, de ser necesario, mostrarlo.

La segunda estrategia para retomar las riendas del pueblo sabio es “apapacharlo”, es decir, aprovechar la veda electoral para adelantarles las economías a que tienen derecho y nuevamente provocar en los beneficiarios una expresión coloquial que sintetiza su afinidad con el inquilino de Palacio: “Es el único que ve por nosotros”.

Ejemplo de ello son el ejército de la tercera edad, quienes han acompañado y defendido a su Mesías durante 18 años.

Y con esa locución a favor, los servidores de la nación, brazo electoral del gobierno de la 4T, toman las calles para convocar a los becarios de los programas sociales a que participen en la jornada de Revocación de Mandato, para asegurar un piso de participación el domingo 10 de abril, y le aseguren al inquilino de Palacio una bocanada de legitimación que le dé las cuentas necesarias para jugar con ellas de acuerdo a su conveniencia política.

Pero, a pesar de este doble juego de imagen en que se ha apoyado el inquilino de Palacio, de gladiador y benefactor, no le da para garantizar una movilidad para hacer presencia en las urnas el día de la consulta popular, más allá del pueblo sabio.

En esa tesitura, sus huestes legislativas alzaron la voz para presentar una iniciativa de Decreto, para quitar la “mordaza” en el terreno de la propaganda gubernamental y poderse expresar sin ataduras legales, tarea encomendada al diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva de la LXV legislatura, para allanarle el camino a su jefe en pro de invitar sin limitantes al pueblo sabio, para que el atole y los tamales se acaben y no se pudran. Ya se verá.


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Publicado en LFMOpinión.

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