Coworking, entre la flexibilidad y la reducción de costos

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Por: Redacción

• 17/10/2021

Los espacios de trabajo tradicionales en definitiva van a la baja. Día a día el coworking se consolida como un espacio de trabajo alternativo y es que se prevé que para el 2022 existan alrededor de 49 mil 500 espacios de trabajo compartido, según datos de la Global Coworking Unconference Conference (GCUC).

Trabajar en un coworking te permite programar tu horario, días de la semana, cantidad de tiempo ya que no hay ataduras, no hay un conteo de servicio ni de horas, se puede trabajar de día de noche, tener una jornada de 8 horas o solo realizar una junta, con acceso las 24 horas del día cualquier día de la semana.

En cuanto al gasto, trabajar en espacios compartidos es más barato de lo que cuesta consumir un café y un sándwich en una cafetería con acceso a internet y sillón cómodo. Si en un café un día de trabajo te cuesta entre $100 y $150 pesos, hacerlo cinco días a la semana te costaría hasta $750 pesos, es decir, $3,000 pesos al mes, por lo que trabajar medio año en un café bajo las condiciones antes mencionadas te costaría entre $12,000 y $18,000 mil pesos.

La mayoría de los coworkings ofrecen distintos planes y membresías, desde rentar un espacio por un mes o tan solo por unas horas, lo que te permitirá evaluar si está acorde a tus necesidades y buscar otro sin complicarte la vida con contratos forzosos de más de un año a lo que hay que sumarle otros gastos que no vienen incluidos como es luz, agua, internet seguridad y sobre todo la adaptación del espacio de trabajo.

Tener una oficina diferente cada día si así se desea, cambiar de ambiente y elegir el espacio que te ofrezca mayor silencio, intimidad para disfrutar de una mayor concentración, inspiración y motivación, esas son ventajas que garantiza este nuevo modelo laboral.

“En promedio un café en locales populares cuesta $50 pesos y eso de alguna forma te brinda la oportunidad de trabajar unas tres horas, para entonces es posible que te empiecen a presionar para comprar otro producto o para que ya te retires. El ruido del lugar podría interrumpir tus videollamadas y, en general, no siempre son el sitio idóneo para trabajar”, explica Manuel Del Valle, developer y connection maker en Homework,

“En los espacios flexibles apoyamos a las empresas y emprendedores (en grupo o en solitario) que solo quieren usar el espacio que necesitan y no más. Se tiene la flexibilidad de no tener que rentar un lugar tan grande para subutilizarlo. No hay que contratar internet, pagar limpieza o seguridad. Tampoco se requiere firmar un contrato a largo plazo, los interesados pueden tener todos los servicios integrados y venir un solo día o contratar una sala de juntas desde una hora”, agregó.

¿Pero, es solo una oficina o todo un ambiente laboral?

Desde cabinas privadas para hacer llamadas, salas de reuniones, lugares fijos para trabajar, auditorios, salas de juntas totalmente equipadas, cafetería y sobre todo espacios acordes a las necesidades de cada negocio para la presentación de marca, de emprendimiento o invitar a inversionistas para cerrar futuros negocios.

Todos los espacios compartidos no son iguales ni tienen las mismas condiciones; sin embargo, una característica principal de los coworkings es el equipamiento e infraestructura pensada para la comodidad de los coworkers. En este sentido, un mobiliario óptimo, buena iluminación, rápida conexión a internet, entre otras amenidades son pilares básicos de todo espacio cowork.

En resumidas cuentas, este estilo ofrece muchas ventajas, trabajar en un ambiente libre de jerarquías, en ambientes sanos que favorecen la productividad, sin distracciones.

Sin duda la modernidad nos ha alcanzado y lo de hoy es trabajar en espacios compartidos con personas que pueden incluso tener los mismos intereses, un buen nicho para encontrar socios y clientes potenciales.

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