Gerardo Conde
Entrelazando
CVolaborador

Junio es el mes que tendrá presente el inquilino de Palacio para evaluar su plan sucesorio, al observar que sus corcholatas aplican la ley del chicle: “se mastican, pero, no se tragan”, dando lugar a golpes públicos sin guantes entre ellos mismos.

Esa batalla que se visualiza en los medios y en las plataformas digitales por mostrarse ante sus seguidores como el “mejor”, es resultado de la disputa por ostentarse como el más cercano al jefe y, en esa lógica, construyen y proyectan su Imagen.

El punto es agradar al gran elector.

La Jefa de Gobierno ha llegado a tal grado de modificar su acento de voz y darle un sello tabasqueño para que el pueblo sabio la apropie por su entonación y la vean como la defensora de la 4t.

El ex secretario de Gobernación tampoco se sale del libreto, es decir, su exposición pública se basa en “imitar” la figura de su paisano, en verse como un personaje del “pueblo”: ameno, pero también dispuesto a ponerse la camiseta de justiciero para denostar a los de enfrente y ellos lo vean como su protector.

El resultado es gesticular, como el inquilino de Palacio.

Ambas corcholatas se esmeran por granjearse la confianza de su jefe en este proceso, y no dudan por llenarlo de miel todos los días.

Pero la campaña de las corcholatas se ensombrece con la mención de la Senadora Xóchitl Gálvez, como presunta candidata presidencial del bloque opositor y modifica el tablero electoral.

En ese momento los actos de proselitismo de las corcholatas dejan de ser un paseo por la Alameda; ahora comparten la nota en los medios y en las redes sociales.

Este hecho no solamente eclipsó a las corcholatas, sino puso irritable y nervioso al inquilino de Palacio al mover su mapa político.

Al verse rebasado en un instante en el escenario sucesorio por una figura similar a la de él.
Una mujer con raíz de pueblo que habla el mismo lenguaje y que no mide sus palabras para hacer valer su origen.

Esa personalidad contrasta con sus corcholatas, ya que éstas se empeñan en “imitar” un rostro que no les pertenece y muestran un perfil acartonado.

Esta situación de “Imagen” pone contra la pared al inquilino de Palacio, ya que en su óptica apostaba por tener enfrente a Santiago Creel como el abanderado del PAN, PRI y PRD.

Ahora con la presencia de la Senadora Xòchitl Gálvez hasta su discurso tuvo que cambiar para denostar a la Senadora.

Para agradar al jefe las corcholatas repitieron el guion.

Las jaurías morenistas hicieron su chamba en las redes sociales: desacreditarla como la opción del pueblo sabio.

El nombre Xòchitl y la frase: “Si Tú vas, Voy yo”, le hace ruido al inquilino de Palacio al irrumpir su plan electoral.

Esta jugada inesperada rumbo al 2024 obligará al tabasqueño a evaluar la potencialidad de sus corcholatas y si es necesario tragara sapos para cambiar su esquema sucesorio, en aras de mantener la hegemonía en el proceso que le garantice su proyecto transexenal.

Al tiempo.


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Publicado en LFMOpinión.

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