Espiral


A la sombra del poder

Ser Ayudante Presidencial es hoy el camino a la bonanza. 90% lealtad y 10% capacidad, la clave del éxito. Pero no son "aspiracionistas", ¡ni Dios lo quiera! Son jóvenes que se han ganado su lugar.

#TheBunkerNoticias | A la sombra del poder
Por: Redacción
  • 21/06/2021

Noventa por ciento de honradez y diez de capacidad.

La pregunta sería, ¿por qué no 100% de ambas? Pero entonces no se podría saltar de ayuda de giras a alto funcionario.

Nunca en la historia de México fue tan cotizado ingresar a la ayudantía de un presidente como ahora: resguardar su seguridad, cargar maletas, recoger los documentos que a su paso le entregan, abrir paso a su camioneta, o bien la puerta de la misma, desinfectar el atril y micrófono que usa en sus mañaneras y aplaudirle en los aviones, es el camino más efectivo de ascenso a la burocracia dorada.

Hasta donde se tiene registro, una docena de miembros de la Ayudantía del presidente Andrés Manuel López Obrador han brincado sin garrocha a altos puestos del gobierno federal.

Qué hubiera dado el antiguo Estado Mayor Presidencial por semejantes condecoraciones. La ayudantía del presidente López Obrador ha sido la antesala a la titularidad de Conapesca, cargo de alta dirección en el SAT, superdelegaciones de los programas del Bienestar y hasta candidaturas a cargos de elección popular.

Hoy es más redituable ser ayudante presidencial que toda una vida en Morena.

Todo empezó con Carlos Sánchez y Alejandro Antonio Calderón, esforzados ayudantes en la logística del candidato en tiempos de campaña que, tras el bautizo de la Ayudantía Presidencial, pasaron a las coordinaciones nacionales de Infraestructura Hospitalaria y a la de Abastecimiento y Distribución de Medicamentos e Insumos del Insabi, respectivamente. Sus sueldos subieron de 35 mil pesos a 103 mil 837.86 pesos mensuales, es decir, los triplicaron.

Vendría luego Octavio Almada Palafox, quien “por designación presidencial” y una licenciatura en psicología deportiva pasó de ayudante a titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca. Almada dejó de ganar 45 mil 960 pesos para recibir 107 mil 358 pesos mensuales, solo 4 mil pesos menos que López Obrador.

En el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Paloma Rachel Aguilar Correa, llegó de ayudante de López Obrador al cargo Administradora General de Recursos y Servicios con ingresos por 103 mil 907.36 pesos mensuales. Cuando se le preguntó al presidente si Paloma Rachel tenían la preparación para ocupar el puesto, López Obrador justificó su designación señalando que ella tenía mucha experiencia y que era una mujer honesta e incorruptible: “Lo que se necesita en el SAT son servidores que no se vendan”. Y no necesariamente que se haya vendido, pero pronto pidió licencia y se fue a participar en el proceso interno de Morena para la candidatura a la gubernatura de San Luis Potosí. Paloma es de altas aspiraciones, aunque no le fueron suficientes, ni con el apoyo del presidente y su honradez, para ganar la gubernatura de su terruño.

El trampolín de la Ayudantía Presidencial eleva a sus beneficiados a sueldos por arriba de 107 mil pesos y, queda visto, a aspiraciones electorales.

Pero estos jóvenes no son aspiracionistas. ¡Ni lo quiera Dios! “Son jóvenes universitarios” que se han ganado su lugar, sostuvo en su defensa el día de hoy el presidente durante su conferencia en el Salón de Tesorería.

Daniel Asaf encabeza la Ayudantía Presidencial, él y una veintena de jóvenes substituyeron a los 8 mil elementos del otrora Estado Mayor Presidencial. Los militares que aún vemos acompañar al presidente y cuidar a visitantes extranjeros sabrá Dios de dónde salen y qué hacen allí.

Tras la magra cosecha de votos en la Ciudad de México, quién mejor que una ayudanta para “desfacer entuertos”, y así, Estefany Correa salta de la Ayudantía Presidencial a superdelegada de Bienestar en la Ciudad de México, en donde así, el propio presidente podrá dirigir los trabajos de rescate.

El pasado viernes fue el último día de Correa en la Ayudantía, así se le vio por última vez en esa función abriendo paso a la camioneta presidencial en Martínez de la Torre, Veracruz.

Ángel Carrizales López, otro exayudante, confesó no conocer “qué es el Cenace”, a donde fue a dar en noviembre de 2019, nada más y nada menos que como Director Ejecutivo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). Su caso, sin embargo, fue épico, tras cinco rechazos al hilo por el Senado de la República para asumir dicho cargo en la Comisión Reguladora de Energía (CRE) por falta de preparación. Pero la Ayudantía Presidencial si algo tiene en la tenacidad del propio presidente.

El caso de Abraham Vázquez Piceno fue menos complicado, bastó una cachetada para pasar, “por instrucciones del Presidente”, de sudar abriendo paso a la camioneta presidencial a hacerse cargo de la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, luego de que en enero, su titular, Leticia Animas, falleciera por Covid-19.

El 29 de noviembre de 2020, Vázquez Piceno, en Playas de Rosarito, Baja California, trataba de retirar a manifestantes del paso de López Obrador, cuando una joven que exigía medicamentos para el cáncer le plantó una cachetada.

Días después, el jefe del Ejecutivo reprobó la acción: “Una joven le pegó una cachetada a un compañero de la Ayudantía, a Abraham. Quiero expresar mi solidaridad, pues resistió estoicamente sin decir nada”. Por lo menos en su nuevo puesto Vázquez Piceno se ahorrará las cachetas.

El camino es claro y seguro, hoy el puesto más cotizado y con mayor futuro en este gobierno es el de ayudante presidencial.

Y ya no cabe la menor duda que López Obrador sólo confía en su equipo más cerrado.

Con información de Alberto Morales, Pedro Villa y Caña en El Universal.


#TheBúnkerMX #AyudantiaPresidencial #Cargos #Presidente #EstadoMayorPresidencial #Confianza #Aspiracionistas


Notas Relacionadas