Gerardo Conde
Entrelazando

Dice el refrán popular: ¡Qué bonita es la vergüenza! En otras palabras, “Mucho Vale y Poco Cuesta”. Filosofía que sustenta el pragmatismo de Dante Delgado, dueño de Movimiento Ciudadano, MC, y de Samuel García, gobernador de Nuevo León, bajo las siglas del partido naranja, para justificar su decisión de ir juntos –si no se atraviesa Marcelo Ebrard- en los comicios presidenciales del 2024.

Ambos personajes los une: la ambición de poder.

Para Dante es la oportunidad de competir, por primera ocasión, con un candidato propio que le permita desplegar sin reservas la marca MC en el plano nacional.

Y como resultado de este posicionamiento partidista consolidar su patrimonio político-electoral a nivel legislativo y ejecutivo en el país. Es decir, tener presencia en las cámaras federales y estatales, así como mantener Jalisco bajo la bandera naranja y a nivel de presidencias municipales de peso estatal.

De ahí su apuesta de Dante Delgado de ir “solos” en la elección presidencial, ya que en su visión: perdiendo ganan, ya que MC y su dueño se convertirían en un factor de transacción en la vida pública del país, ante los morenistas y frente al PAN y al PRI, gane quien gane los comicios federales, ya que en la imaginaria del dirigente la elección sería de tercios y esa coyuntura pondría a MC como un actor ya no de comparsa, sino como un ente de decisión y sentarse a la mesa con voz y voto en la definición del país.

Lograr esta hazaña electoral vestiría a MC como un partido nacional y con identidad propia para poder apostar a ganar en el 2030.

Teniendo como abanderado al apellido Colosio.

Pero, para traducir esta quimera requiere Dante de una figura “embaucadora” que atraiga los reflectores; además, que tenga la cara dura para congeniar con el inquilino de Palacio y las agallas para disputarle el electorado afín a Xóchitl Gálvez.

Y que se distinga por su acento norteño, visión colonialista y actitud disruptiva, virtudes que lo hacen superior a los mortales que no tienen ese don de gracia.

En síntesis, un personaje convencido de que está hecho a mano y que su destino es convertirse en el “redentor” del país.

Con esa personalidad a cuestas, Dante Delgado apuesta a servir a su compañero de viaje –léase AMLO- para que su corcholata transite sin sobresaltos durante la campaña electoral y llegue a buen puerto.

Sin embargo, los ensueños se pueden convertir en pesadillas, es decir, Samuel García, a pesar de estar hecho a mano, responde a las condiciones humanas, ejemplo, egolatría, que lo lleve a una imaginaria descomunal de verse envuelto con la banda presidencial, poniendo en riesgo el objetivo del dueño de MC y eclipsar el proyecto del tabasqueño al rebasar por la “izquierda” a su corcholata y por ende abrirle paso a la cantidad del Frente Amplio.

Al tiempo.

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Publicado en LFMOpinión.

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