Entrelazando

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Desde 1997 la “izquierda revolucionaria institucional”, léase PRD, tomó las riendas del Distrito Federal; hoy, Ciudad de México, con jefes de gobierno ajenos a la izquierda radical, incluyendo, a Morena.

Por qué en la elección del 2024 debería ser diferente.

En la lógica del inquilino de Palacio no hay razón política para modificar el libreto que le ha permitido a la “izquierda” seguir manteniendo la posición durante 27 años.

Sobre todo cuando se tiene una candidata presidencial “lánguida” que requiere darle color a su Imagen.

En esa perspectiva, el jefe de Morena apostará por un perfil que vista a su candidata durante la campaña electoral.

Amlo prefiere tragar sapos y darle la vuelta a su narrativa en contra de Genaro García Luna, qué correr el riesgo de “perder” la segunda posición más importante del país: la Ciudad de México.

En otras palabras, respaldar su estrategia política en un pragmatismo electoral, es decir, apuntalar un perfil que le dé votos más allá del pueblo sabio –léase beneficiarios de los programas sociales— al provocar su postulación afinidades con electores distantes a la 4t.

Con ese pragmatismo marca la línea al Consejo Estatal de su partido para que enliste al candidato que reúne el perfil idóneo en la presente contienda electoral.

Aunque en la formalidad la candidata presidencial se le dé el gesto político, por parte de su jefe de hacer uso del “bastón de mando” para impulsar a Omar García Harfuch, su Secretario de Seguridad Ciudadana, y sea su compañero de fórmula electoral.

Por eso no es fortuito que el inquilino de Palacio y su candidata presidencial, apuesten por la marca Harfuch, y no por la marca Brugada.

Ya que Harfuch es el “Batman” que necesitan en esta coyuntura electoral y no una líder social que se centra únicamente en el voto duro de Morena, como es el caso de Clara Brugada.

El Batman es un personaje educado y con una fisonomía atrayente a las miradas de las mujeres y de los hombres; además, se sabe manejar en sociedad, con los machuchones y con los aspiracionistas, que distraen la atención sobre sus limitaciones como figura pública.

No olvidar que el papel de Batman es luchar por la “justicia” y ese valor le da la identidad requerida con el pueblo sabio.

Además, como valor agregado a esa figura, a diferencia de la candidata presidencial, Batman conoce el bajo mundo.

Con esa “personalidad” Harfuch suma y apuntala a la candidata presidencial.

Por eso la apuesta del inquilino de Palacio de recargarse en la figura de Batman para darle esencia y brillo a su candidata presidencial, que sustente su Imagen y su estribillo de discurso.

El punto será qué tanto la imagen de envoltura que representa la marca Harfuch le alcanzará al tabasqueño para disciplinar a su amiga Clara Brugada y sus huestes para mantener la “unidad” de los morenistas duros en torno a su mando y que no pongan en riesgo el triunfo de la 4t en la Ciudad de México y su impacto negativo en la elección presidencial.

En este mercado electoral, quien gana: ¿Batman, o la líder social?

Ya se verá.

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Publicado en LFMOpinión.

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