Vigía de la Libertad
Colaborador invitado

Muchos comentarios en favor o en contra de ir a votar el pasado domingo se dieron tanto en los medios como en las redes; regularmente con más emoción que inteligencia. La gran mayoría quiere que se vaya López Obrador, sin embargo, no se ponían de acuerdo si la consulta del 10 de abril era la forma apropiada de sacarlo o no. El resultado ya esta a la vista: NO FUE LA CONVENIENTE (se equivocaron Damián, Ferríz y Lozano).

Las razones ya se habían dado y quedaron confirmadas:

1. No se podría alcanzar el 40% de participación ciudadana “ni yendo a bailar a Chalma”.

2. El acarreo brutal, inmoral e ilegal por parte de Morena y gobernadores (con nuestros impuestos) se dio como en los mejores momentos del PRI.

3. La oposición cívica y partidista, los analistas y estrategas habían decidido no ir, para no hacer el caldo gordo (lo que se logró). Era cuestión de estrategia y no de civismo emocional.

Ya habíamos comentado también que la 4T y López Obrador iban a decir, fueran cuales fueran los números, que “ganaron: fue un triunfo de Morena, los votantes ratificaron por una amplia mayoría que el presidente es el mejor del mundo y de la historia”; sin embargo, la celebración no resiste el mas mínimo análisis, al reconocer que 85 de cada 100 mexicanos NO apoyo la ratificación y que solo, con el ya mencionado acarreo, ellos pudieron llevar 15 millones de borregos a los que les pagan mensualmente a través de los programas sociales y a los cuales amenazaron con quitarles su pensión.

Imagínese, antes tuvieron 30 millones de votos a su favor y ahora llegan a la mitad con una consulta plagada de violaciones a la Constitución y a las leyes. No hay duda López Obrador, Sheinbaum, Marcelo, Monreal y toda la mafia morenista en el poder fueron los que PERDIERON, ya que ni siquiera, con tanto presupuesto, pudieron acercarse a las metas que pretendían.

Ojo, NO ganó la oposición partidista, no hay partido o candidato triunfador. Lo que sí se renueva es la emoción y el compromiso para que nuestro país recupere el camino de la democracia, la libertad, el crecimiento y desarrollo económico, y, con ellos, la tranquilidad y la salud.



Los mexicanos nos damos cuenta que SÍ PODEMOS ganarle a la mentira del voto mayoritario pro autoritarismo populista, SÍ PODEMOS desenmascarar el engaño de la honestidad valiente y austeridad republicana, SÍ PODEMOS triunfar sobre la incapacidad y corrupción galopante de López, su familia, sus cuates y los grupos de abyectos con el único interés de ganancias económicas en lo personal.

Los que ganamos en esta elección somos los que decimos que la gente ya se cansó de créele al inquilino de Palacio Nacional; los que afirmamos que es un embustero en cada mañanera y un criminal es sus políticas públicas. Ganamos los que criticamos diariamente sus disparates y ocurrencias, los que denunciamos cotidianamente a Pío, Martinazo, Felipa y José Ramón con su mansión en Houston.

La farsa de la Revocación/Ratificación debe terminar de encuerar la figura del presidente falso, del engañabobos, del embustero que traicionó su promesa de “cumplir la Constitución”.

Hoy México está más cerca de quitar al que pretende ser el dictador platanero de América del Norte y “gobernar décadas” (en palabras de Epigmenio Ibarra, su publicista) . El camino no será fácil. “La puerca se aferra a la mazorca”, como diría Clouthier.

Ya en otras colaboraciones podremos analizar cuáles serán las condiciones para que nuestra patria vuelva a salir adelante en las elecciones del 2024.


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