Internacional


La marea roja

“La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable comedia”.

#TheBunkerNoticias | La marea roja
Por: Arturo Martinez Caceres
  • 16/11/2022

Según el reconocido ‘National Geographic’, cuyas revistas mensuales coleccioné en mi tiempo de la secundaria y me ayudaron a viajar, a conocer y descubrir el mundo desde el infinito espacio de mi escritorio con vista al pedregal de Tlalpan y un sauce llorón que creció conmigo; las mareas rojas son floraciones de algas tóxicas, algunas de color rojo intenso, que desencadenan efectos nocivos sobre los seres vivientes a lo largo de las costas marinas. Las originan varios microorganismos diferentes, agrupados en fitoplancton que utilizan la energía para crecer y que producen toxinas que tienen efectos de veneno.

Dicen los biólogos que estos microorganismos tienen una estrategia de vida fascinante: se alimentan, se agregan para reproducirse y luego descansan en el fondo del océano como un quiste duro inactivo durante el invierno. Cuando la temperatura del agua supera los 10º C, a fines de la primavera en el hemisferio norte, los quistes ‘se animan’ y nadan hacia la superficie para empezar a crecer.

Se calcula que las mareas rojas causan pérdidas económicas de millones de dólares, debido al cierre de playas y de la pesca, con la consiguiente disminución del turismo y del consumo de peces y mariscos. Más aún en nuestro tiempo por efectos del calentamiento global, en el fenómeno del cambio climático, que habría que enfrentar ya con seriedad y recursos suficientes.

A propósito, en Egipto recientemente se realizó la última reunión internacional sobre el tema. La información periodística especializada destaca los discursos para combatirlo, más aún por los monzones, inundaciones, hambrunas y muertes generadas en regiones subdesarrolladas. Sin embargo, como en muchas ocasiones en reuniones internacionales, de declaraciones de buena voluntad y compromisos incumplidos generalmente no se avanza.

En México, la Marina ha hecho un esfuerzo consistente para combatir el crecimiento del sargazo en las costas de la Península de Yucatán, sin embargo, me dicen que no ha sido suficiente para erradicarlo, aunque ha disminuido considerablemente. Los municipios de la región, los hoteles y clubes deportivos por su parte, han instalado barreras artificiales de contención y desarrollado programas de recolección en un intento ejemplar de esfuerzo colectivo.

En ciencias sociales, es común que se usen términos y conceptos de las ciencias naturales, que por definición son mucho más precisas. De esta manera el término de ‘marea roja’ se utilizó ampliamente en las recientes elecciones intermedias de los EUA, del martes 8 de noviembre pasado, para subrayar el futuro dominio del partido republicano que usa el color rojo frente al azul del partido demócrata, y prefiere al elefante frente al burro.

Como ha sido tradicional en los últimos años participé en la organización de estas elecciones de la comunidad donde vivo. La institución encargada de las votaciones me hizo el honor de nombrarme ‘Site Manager’ del recito electoral localizado en una escuela primaria cercana, después de un breve curso de entrenamiento.

Disfruto también esta actividad porque me recuerda mi tiempo en el IFE donde fui asesor y más tarde consejero electoral en las elecciones del entonces D.F.

No resisto la tentación de recordar el viejo chiste burocrático: había una vez un gato poderoso que seducía a todas las gatitas del rumbo, hasta que un día, sin precaución alguna por impresionar a una nueva felina, se aventó al aire para dar tres vueltas pero un ventarrón lo cogió y al traste lo aventó. Cayó malherido y adolorido. Un buen amigo lo ayudó y lo llevó a la Cruz Roja, (entonces aún no tendía a desaparecer), después de un mes regresó y claro, otro gato más fuerte y poderoso ya se había adueñado del harem y la felicidad. Entonces, con gran prepotencia como suele ser, le espetó: ¿y tú que haces aquí? Y el viejo gato en recuperación le dijo: ‘es que ahora soy tu asesor’. Y así sobrevivió.

Pues bien, esta vez tuve a mi cargo a 9 ‘poll workers’ que se distinguieron por cumplir la encomienda de apoyar la votación de todos los que quisieran hacerlo, de una manera atenta y cortés, como insistieron en la inducción: ‘que todos los votantes tengan una experiencia satisfactoria’. Notable es que a mi parecer siempre incluyen mensajes subliminales.

Así que distribuimos el centro de votación. Primero una mesa para depositar las boletas convenientemente enviadas a los domicilios de los electores. Los votantes debían de depositar el sobre firmado y fechado, conteniendo la boleta en un saco inviolable de lona amarillo.

Otra opción es regresar el sobre y votar electrónicamente una vez registrado en las ‘ebooks’ donde están archivados los datos del elector, una vez confirmado su nombre, dirección y fecha de nacimiento se emite un ‘ticket’ con el número que identifica a los candidatos de su estado, condado y ciudad, ya que se vota a la vez no solo por opciones para gobernador, senador, representante (diputado), sino también para jueces, jefe de policía, vicegobernador, secretario de estado, tesorero, contralor, jefe de instrucción pública y demás. Asimismo, por las llamadas proposiciones que varían de condado en condado.

Por ejemplo, en California se aprobó ampliamente el derecho al aborto hasta las 12 semanas de embarazo, a pesar de que la Suprema Corte declaró inconstitucional la famosa Roe vs Wade, que garantizó hasta recientemente ese derecho y que la marea roja en la Corte canceló, obligando a cada estado a legislar al respecto.

Así, los votantes optan por votar electrónicamente e imprimir su boleta que se deposita en una urna de cartón que el primer elector confirma estar vacía.

Al final de la jornada contamos los votos totales y los depositamos en una caja que sellamos y firmamos.

En el centro de ‘Register of Voters’ abrirán las urnas y recontarán asignando los votos a quien corresponde.

El mismo día en la noche supimos que la marea roja de los republicanos ganó, pero no en definitiva. Seguramente será mayoría en la Cámara de Representantes, no le alcanzará para conquistar el Senado y habrá perdido varías gobernaturas importantes como Nueva York, California, el resto de la costa este y el oeste Arizona y Colorado, donde se dieron el lujo de aprobar el consumo de hongos alucinógenos, tipo Oaxaca o Tlapa.

Supimos también que Trump hizo corajes y berrinche por no saber ganadores a varios de sus compinches de la invasión al Capitolio del 6 de enero de 2021 y que los gobernadores rojos de Texas y La Florida ambos reelectos, se consideren ya serios aspirantes a la presidencia en el 24 y seguramente sus contendientes, en caso de su probable postulación, que pudiera anunciar en breve.

Ese mismo día el presidente Biden, en un obvio esfuerzo de control de daños, declaró estar dispuesto a trabajar con el ala victoriosa de la marea roja… y con los esforzados demócratas victoriosos, aunque no sean mayoría entre los diputados (representantes)… así como estar dispuesto a presentarse como candidato para postularse a su reelección. O como sabemos, a nadie le dan pan que llore.

La marea roja avanzó, pero sin duda prevalecerá la libertad, la justicia y la democracia especialmente en economía, educación, migración y derechos humanos. Lo que siempre beneficiará a los vecinos. Seguramente estos próximos dos años no serán un día de campo, aunque los vecinos distantes serán cada vez más cercanos dadas las afinidades electivas (Goethe) y la necesidad prevalente de ‘business as usual’, con base en el Tratado Mexico-EUA-Canadá.

¿Será que la historia se repetirá con Biden frente a Trump? O como la famosa frase de Marx (parodiando a Hegel): “La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable comedia”.



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