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La Inquisición

Los riesgos de revivir el Santo Oficio Mexicano.

#TheBunkerNoticias | La Inquisición
Por: Arturo Martinez Caceres
  • 27/04/2022

“¡Qué raro, qué sorprendente!, me espetó un lector, Usted no comparte la posición política de Guillermo Sheridan y es su ‘amigo’, por lo que escribe aquí en Face”.

Le contesto: tal vez porque nos respetamos, a pesar de nuestras obvias diferencias. ¿O será por su masoquismo?

A mi entender el respeto debiera de ser siempre la cualidad para mejorar el mundo, evitar insultos y vulgaridades, incluso campañas de odio. Resolver diferencias y firmar acuerdos.

Sobre todo cuando se cumple lo que se dice y la palabra es la firma. Cuando la palabra es la forma y el fondo, es también cultura y civilización.

Del otro lado, en contraste, está la guerra, la violencia, los insultos, los tribunales, el cinismo y el odio. En un par de palabras: la inquisición.

Y en la Historia algo se puede aprender.

Cuando se somete a pueblos o a diferentes adversarios y se utiliza el denuesto y la minusvaloración para eliminar, para asesinar. Cuando se va de la burla al linchamiento, a la exposición social, al miedo; a la humillación y descalificación por su religión, género, nacionalidad, idioma, color, ideología y preferencias, se utiliza el modelo de la Inquisición de triste memoria, incluido el cambio de chaqueta para cargarle al otro el muerto.

Aún hoy en la injustificable invasión de Rusia a Ucrania, con millones de desplazados, sufrimiento, miles de heridos y muertos inocentes, ambos bandos culpan al otro, a más no poder. Y es obvio que uno es más fuerte y abusa. Invade, roba y mata, con el pretexto de una futura agresión en su contra. Homo homini lupus.

Los clásicos sugieren la verdad: que los políticos, presidentes, reyes y militares se enfrenten unos a otros a trompadas y escupitajos para dirimir diferencias en una serie de Netflix; sin embargo, el asunto es mucho más complejo. Hay argumentos más o menos válidos de ambos lados en la contienda y aparatos bélicos y negocios de guerra, aunque ninguno puede en realidad justificar la muerte y abuso a los diferentes, los débiles y marginados.

Para enfrentar y controlar las desavenencias y evitar conductas ajenas a sus intereses, los poderosos inventaron la tortura, el miedo y el arrepentimiento. El cadalso y la hoguera. La cámara de gases, los fusilamientos, la bomba atómica y el Infierno.

La Inquisición fue un tribunal creado en el siglo XIII para investigar los casos de herejía. Su objetivo era la reconciliación del hereje con la iglesia y, de esa forma, “conseguir la salvación eterna”.

Más ampliamente, se trató de un tribunal colegiado, inquisitorio sobre el comportamiento de fieles e infieles. Muchos fueron denunciados ante la autoridad por motivos ajenos a la propia religiosidad, para denostar a enemigos y adversarios, acusados de pactar con el diablo, practicar la brujería, el adulterio, el libertinaje, los ultrajes, las diferencias políticas, de competencia mercadológica, de violencia de género, o robo de mujeres o territorio… El comportamiento antisocial o la simple denuncia muchas veces se castigó con la pena de muerte, siempre con tortura y exclusión, en busca de la confirmación pública de los resultados deseados.

Aunque, como dijera Galileo Galilei en el siglo XVII, en voz baja, al abjurar de la visión heliocéntrica del mundo, ante el tribunal de la Santa Inquisición: “Eppur si muove

Todo es un tejido pegajoso. Se trata de trampas contra la libertad para dominar y explotar, con la enorme fortaleza y apoyo de la mayoría de los medios de comunicación, del financiamiento de grandes empresas nacionales y extranjeras e incluso de agencias estadounidenses e internacionales para beneficiar a un grupo o clase social, para mantener el status quo, para vender un producto o servicio… y para reaccionar ante una administración que no gusta a las élites y denunciar con cinismo campañas de odio cuando desde hace cuatro años se la llevan al unísono mentándole la madre al pejePresidente y oponiéndose con artimañas legales o legaloides a toda iniciativa de la 4T, con burlas y cómicas charlatanerías, con memes y caricaturas infames, con payasos y locutores que lo parecen y que hablan por boca de ganso.

Y no es que del otro lado sean blancas palomitas inocentes. Morena ganó con 30 millones de votos para hacer lo que prometió: una gran transformación que beneficie a los más pobres, con programas sociales generalizados, sin corrupción ni negocios privados con recursos públicos y decididos a avanzar, sin medir las consecuencias y fuerzas del adversario, tope a quien le tope, armándoselas gorda o que le importe un bledo, sin dejar títere con cabeza. Los otros tienen miedo.

Dos decisiones principales han marcado el distanciamiento y el rumbo contrario de ambos grupos políticos: la cancelación del aeropuerto de Texcoco que cortó de tajo un esquema institucional de prebendas y negocios y el manejo de la pandemia sin perdón fiscal ni subsidios a empresas, que por cierto muchas gozaron por décadas, sin pago alguno de impuestos o en regímenes de compensaciones y devoluciones muy favorables a sus intereses económicos.

Desde luego ha habido importantes descalabrados e incompetencias del otro lado, como la Fiscalía autónoma que parece reptar a paso de tortuga, los pleitos internos como el caso de Scherer, las incapacidades del gobernador de Zacatecas o de Veracruz, o el adoptado de Morelos, el caso del exgobernador Bonilla de Baja California, los dislates de Delfina, la violencia que no cesa, la militarización generalizada, incluso el aeropuerto Felipe Ángeles de clase mundial sin conveniente comunicación terrestre para usuarios o el parto de los montes.

Las réplicas de las mañaneras a pesar de su aplauso y popularidad, con una calificación aprobatoria de alrededor del 70% para su autor que, sin embargo, en tiempos de confrontación han exacerbado las diferencias frente a las campañas de Loret, Brozo, Denise y Chumel, por ejemplo, dignas todas de la ridícula picaresca de los barrios bajos e ineducados del país de Telerisa y Derbez, donde todo sale al revés, con tonos de sorna y desprecio, pero que también tienen sus aplaudidores.

Pareciera que la competencia finalizará en el 24 con un ganador tal que pueda construir y promover en el influenciable imaginario colectivo la mejor Inquisición. Se trata de linchar a Marcelo por sumiso ante Trump, se trata de linchar a Claudia por su condición femenina y por ser a leguas la preferida en una ciudad plagada de feminicidios. Se trata de descartar a Adán porque se parece a López y es tabasqueño, hablan casi igual y se comen las eses. Ricardo Monreal irá a la contienda seguramente abanderado por otro partido.

En tanto la oposición construye paso a paso un candidato de unidad como única opción de competencia, el punto es que los mencionados andan muy alicaídos, ni azules ni rojos son impolutos, ni levantan la cara. Y los que hay andan con mas quemaduras que un Judas en Domingo de Resurrección: Creel, Anaya, la senadora Iberdrola, Cabeza de Vaca, el exjefe Diego, Moreira, Alito, Alfredo del Mazo, por ejemplo.

El Santo Oficio en México de 1571 a 1820 oficialmente ejecutó a 50 personas de alrededor de 350 denunciadas por prácticas judaicas o musulmanas. La disciplina y el espíritu de cuerpo fueron fundamentales para mantener un estado de cosas donde se reafirmaron los dogmas tradicionales de la “verdadera fe”, siempre con motivaciones políticas de observación colectiva de los preceptos y prácticas ordenados, como actualmente cualquier partido político que se respete, aún con la participación influyente del Instituto Nacional Electoral (INE).

A lo largo del tiempo de la Colonia muchas creencias indígenas de su llamada cosmovisión fueron rediseñadas con nombres y referencias cristianas. Las creencias prehispánicas sobrevivieron y dieron amplitud y fortaleza a su expresión en el continente americano. El ejemplo más famoso es el nacimiento del culto a la Virgen de Guadalupe, varios estudiosos han señalado que es una adaptación al culto Azteca de Tonatzin, la diosa madre.

Entre los presos famosos por la Inquisición mexicana sobresalen matemáticos promotores de las ideas de Kepler y Galileo, como Fray Diego Rodríguez, además, del poeta Manuel Acuña. Como en nuestra política hoy, se les dio la oportunidad de arrepentirse para ser estrangulados en lugar de ser quemados vivos en la hoguera.

Quién no piense como yo sigue siendo mi enemigo. Háganle como quieran, parece ser lo prevalente en un lado y otro. Como en la Inquisición. Unos son traidores a la patria y otro festejaron la votación contra la Ley Eléctrica como fiesta nacional de independencia aunque se trata de Iberdrola, Enel, Accionar, Intergen, Genermex , Grupo México y Minera Autlán, principalmente.

Y desde luego aplaudieron a rabiar la desnudada que el discreto Trump presumió en Ohio cuando dice que dobló al canciller y al mero mero para no aplicar aranceles a cambio de militarizar la frontera sur… y alguna otra cosilla que ya se sabrá. La fuerza bruta frente a la fuerza de la razón y los opositores festejando, como si hubieran reconquistado el poder.

Publicado en LFMOpinión.

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