Pausa, la del aguacate

canva.com

Por: Redacción

• 16/02/2022

Los abrazos cuestan.

3 mil millones de dólares y 300 mil empleos puede costarnos la prohibición norteamericana al aguacate mexicano.

Más de la mitad de la producción de aguacate en México se destina a la exportación y, de ello, el 81% a Estados Unidos, quien hoy cierra sus fronteras a su importación.

No, no todo es la Casa Gris y Loret de Mola. El mundo sigue y el golpe al aguacate le pega a México donde más nos duele: el tercer producto de nuestras exportaciones.

México produce más de un tercio del aguacate en el mundo, convirtiéndolo en el principal productor. El 81% de sus exportaciones (aguacate) se destinan a Estados Unidos, su principal socio comercial y el mercado más grande del planeta.

Nuestras exportaciones de aguacate al mercado estadounidense superaron los 2 mil 800 millones de dólares (2 mil 470 millones de euros) el año pasado, lo cual se traduce en 300 mil empleos directos e indirectos, atento a datos de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

“Este es un serio problema porque es un producto perecedero”, dice Juan Carlos Anaya, director de GCMA. En promedio, dice, se producen entre 100 mil y 130 mil toneladas de aguacate diariamente que ahora deberán venderse a un menor precio en el mercado nacional o a otro país.

“Buscar otras alternativas no será fácil, por lo que considero que el gobierno mexicano tiene que ponerse de acuerdo con las autoridades del Departamento de de Agricultura y la Embajada para que, concluida la investigación y definidas las medidas que tienen que tomar, se puedan activar las exportaciones de aguacate a la brevedad”.

En 2021, México alcanzó una producción cercana a los 2.5 millones de toneladas de aguacate, de las cuales 1.4 millones se exportaron. Ergo, más del 52% de lo que se produce en México se exporta.

“El valor de las exportaciones es impresionante, es nuestro tercer producto después de la cerveza y el tequila”, sostiene Anaya.

En 2021 el valor total fue de 3.427 millones de dólares.

Y ahora, el 11 de febrero, el gobierno de EUA ordenó la suspensión temporal de la importación de aguacate al reportar que uno de sus inspectores había recibido una llamada amenazadora en el estado de Michoacán, el principal estado productor, duramente golpeado por la violencia del crimen organizado. Por cierto, Anaya asegura que no es la primera vez que se reporta un incidente de este tipo.

Históricamente el aguacate ha sido un botón de presión en las relaciones entre ambos países. Hace más de cien años, de acuerdo con un reporte de la Universidad de Navarra (UNAV), autoridades sanitarias en EUA prohibieron la importación de aguacate mexicano, alegando que su semilla contenía una especie de gorgojo que representaba una amenaza para los cultivos y la tierra en ese país. A finales de la década de los setenta, el gobierno mexicano instó al norteamericano a levantar la prohibición, pero las autoridades rechazaron la petición.

Fue hasta el tratado de libre comercio entre ambos países y Canadá (antes TLCAN) que Estados Unidos se abrió a la exportación. Esto tuvo un impacto gradual en la dieta de los estadounidenses, al punto que, en la actualidad, el aguacate se ha vuelto un producto básico.

El guacamole es hoy en día una botana muy popular en cualquier celebración, particularmente en los eventos deportivos, como la Súper Bowl que se llevó a cabo el pasado domingo.

El TLCAN se renegoció en 2018 y se convirtió en el T-MEC, en vigor desde 2020. En 2019, el expresidente Donald Trump amenazó con cerrar la frontera con México para contener el flujo de migrantes y la sola amenaza disparó el precio de la fruta en más del 30 por ciento.

El lunes, el presidente López Obrador afirmó que sospecha que hay un interés económico detrás de la prohibición. ”Hay que revisar de qué se trata”, dijo en conferencia de prensa. “En todo esto hay también muchos intereses económicos, políticos, hay competencia, no quisieran que el aguacate mexicano entrara en EUA o predominara por su calidad”.

Para Anaya, “algunos especulan, como el presidente, que es una barrera no arancelaria para presionar en temas que traemos en la relación con EUA (…) Algunos hablan de que esto es una manera del estadounidense de presionar por la ley de energía”.

“Eso ocurre en todo esto y, desde que estuvimos negociando el T-MEC, uno de los grandes temas fue nuestro punto débil, que es la dependencia que tenemos de la exportación, no solo del aguacate, sino de muchos productos agropecuarios a EUA, que nos vuelve vulnerables ante una medida que pueda tomar ese gobierno”, advierte Anaya.

Datos de GCMA arrojan que las exportaciones de productos agrícolas, incluyendo carne de bovino, ganado, moras y arándanos, tomate y azúcar, entre otros, generaron el año pasado ganancias por 44 mil millones de dólares y el 81% se vendió a EUA.

Con información de El País.

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