La humanidad vista por Bezos desde el espacio

Twitter: @JeffBezos

Por: Redacción

• 26/06/2021

Jeff Bezos decidió viajar al espacio. La noticia se vendió como hito científico, tecnológico y empresarial. Cómo no, si uno de los hombres más ricos del mundo decide observar la tierra desde el espacio y hacer realidad sus sueños de niño.

Para ello, una de sus tantas compañías, Blue Origins, construyó la nave cohete que, obvio, se publicitó como epítome de la ingeniería espacial.

Y Bezos voló en el primer cohete personal al espacio. New Shepard’s Journey se llamó la aventura. “El viaje del Nuevo Pastor”, como si la “hazaña” fuese el inicio de una nueva revelación.

El cohete despegó, salió al espacio y de regresó aterrizó con ayuda de tres paracaídas, listo para otro paseo cuando así le nazca al dueño y pastor.

La noticia se presentó como conquista de la ingeniería y logro de la empresa privada. La cobertura, para no faltar, se centró sobre la esfera de extraordinario que envuelve al personaje y sentimentalmente humana de dos hermanos en el espacio.

Porque Jeff invitó a su hermano a dar la vuelta al espacio por ser “su mejor amigo” y compartir el respeto con él del planeta y la humanidad. “Siempre quise ir al espacio” dice a la cámara Bezos en la publicidad del evento, tras salir a cuadro invitando a su hermano a acompañarlo: “¿Es en serio?”, contesta aquel actuando sorpresa.

“Ver la tierra desde el espacio te cambia —dijo Bezos tras su paseo espacial—, cambia tu relación con el planeta y con la humanidad”, aunque los cambios no lleguen a los trabajadores de Amazon en todo el mundo. Según The Guardian, en los almacenes de Bezos se imponen estrictas cuotas de producción, los trabajadores aparentemente son sometidos a despidos arbitrarios, vigilancia absoluta y jornadas laborales con solo dos medias horas de descanso.

Todo el viaje duró 10 minutos, desde el despegue hasta el aterrizaje. El costo minuto de vuelo de New Shepard posiblemente sea el más caro en la historia de la humanidad y, lo peor, es que se publicitó como algo extraordinario, sin cuestionar su idoneidad y provecho.

La corona española le metió dinero al viaje de Colón esperando descubrir una nueva ruta a China pero, ¿qué ganó Bezos, y para el caso la humanidad, de que aquel y su “brother” se asomasen un par de minutos al espacio sideral?

Por cierto, Russel Brand se pregunta: y a todo esto, por qué New Shepard. ¿Quién era el viejo pastor? Jesús.

"Es una sola tierra”, sostiene entusiasmado Bezos tras aterrizar, como si hubiera duda de ello o fuese beneficiario de alguna secreta revelación extraterrestre.

Para lograr su sueño infantil, Bezos recibió del gobierno norteamericano en subsidios, impuestos deducidos y dinero en efectivo. FEE.org informa que “Elon Musk y Jeff Bezos son dos de los hombres más ricos en el mundo. Tesla y Space X, de Musk, ha recibido cerca de 5 mil millones en ayudas gubernamentales a lo largo de varios años y formas”. En tanto que "Amazon ha embolsado más de 3.7 mil millones en subsidios fiscales del gobierno federal”. Y, solo por casualidad, “los dos hombres habían venido compitiendo por otro contrato con dinero de los contribuyentes, uno de la NASA para colocar astronautas en la luna. El mes pasado se anunció que la compañía de Musk, Space X, obtuvo el contrato”.

Y, todo parece, que “la revisión del proceso de contratación será saltada gracias a acciones de legisladores federales (congresista Hanna Cox) que pugnan por ayudar a Bezos con un contrato de 10 mil millones de dólares”, ello, “a través de una enmienda al presupuesto impulsada por la senadora Maria Cantwell, senadora por el estado donde se ubica el cuartel general de Blue Origins”, empresa de Bezos que construyó su nuevo juguete espacial.

“Según revelaciones, Blue Origins gastó 626 mil dólares en cabildeos en el Senado entre enero y marzo de 2021”. FEE.org también reporta que, tan “solo el gobierno federal gasta alrededor de 75 mil millones de dólares anuales en subsidios a empresas privadas. No hay una manera fácil de medir la cantidad de dólares entregados a corporaciones vía presupuesto federal, estatales y metropolitanos, mucho menos la cantidad de beneficios a corporaciones por reducciones fiscales selectivas y regulaciones favorables.

Contrario al sueño de hadas, ilusiones infantiles y hermandad ejemplar, el Nuevo Pastor forma parte de las campañas de relaciones públicas y manipulación del magnate Bezos para adquirir multimillonarios contratos vía viajes al espacio familiares subsidiados con dinero de los contribuyentes norteamericanos.

¿Por qué tendría que financiar el fisco norteamericano las locuras espaciales de uno de los hombres más ricos del mundo y cómo es posible que los medios publiciten el viaje más no sus subsidios y menos la pugna por contratos espaciales inmersos en toda esta historia de éxito?

Mientras los Bezos veían la tierra por dos minutos desde el espacio, en ella millones de seres de esa humanidad que tanto admiran desde las alturas, murieron por hambre, enfermedad, violencia o simplemente por ser ignorados


Con información de Russel Brand, EFE.org y The Guardian.

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