¿Utopía consolidada o destrucción inminente de México tras comicios?
La Oficina de la Defensoría de los Derechos de la Infancia reveló casos de abuso contra niñas y niños en al menos 18 planteles educativos.
canva.com
Acercándose el fin de las campañas, los comentaristas y análisis que pueblan el mundo de la información, empiezan a hablar del día siguiente, del 7 de junio.
Uno de los escenarios más completos nos lo ofrece Crossing y Asuntos Públicos. "¿Qué cambiaría con los resultados de la elección del 6 de junio de 2021?", se titula su estudio, circulado en redes ayer por la noche.
En juego colocan la posibilidad de que de refrendar Morena y sus partidos aliados su mayoría en la Cámara de Diputados, Congresos locales y gubernaturas puedan, a través de consultas populares, extinguir organismos autónomos (INE,INAI, IFT, COFECE, INEGI, etc.), realizar expropiaciones (telecomunicaciones, minas, aeropuertos, tec.), desconocer el presupuesto aprobado, o intervenir en las decisiones del Banco de México.
Ante esta tesitura, la empresa consultora Crossing y Asuntos Públicos desarrolla cuatro escenarios.
Primer escenario
Si el presidente
refrenda su triunfo de 2018, es de bajo crecimiento, recesión con inflación, aumento de precios en electricidad y combustibles, crisis en las finanzas públicas, caída de la recaudación fiscal, duopolio energético (Pemex y CFE), economía informal, antiglobalismo, poca competitividad nacional, enfrentamiento con sector privado, desempleo, desigualdad, huida de capitales, caída en la inversión, endeudamiento, pauperización de los sistemas de salud.
Por lo que hace al régimen político,
se consolidará una presidencia autoritaria con amplio respaldo militar, militarización de la vida nacional, institucionalización de la política de abrazos y no balazos, y, por ende, crecimiento del crimen organizado, polarización y crisis política, ingobernabilidad, nueva Constitución, radicalización tras la no revocación de mandato, crisis política en 2024, sucesión militarizada y vacunación como instrumento político clientelar.
Se ampliará el centralismo contra el federalismo; democracia, organización de la sociedad civil y prensa libre se verán mermadas; posible prórroga del mandato presidencial y fortalecimiento de los cárteles de la droga.
El Estado de Derecho se concentrará en una sola persona.Los únicos contrapesos, además de la organización ciudadana que pueda darse, serán los tratados comerciales internacionales que exigirán indemnizaciones por los daños causados a sus inversionistas.
Segundo escenario
En un segundo escenario, López Obrador logra la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados, pero no obtiene la mayoría de las gubernaturas ni de los Congresos locales, o bien, pierde la Cámara, pero logra la mayoría de gubernaturas y Congresos locales.
En economía el escenario sería de
crecimiento bajo, recesión con inflación, crisis en las finanzas públicas, limitaciones financieras en el duopolio energético, probabilidad que las exportaciones aporten flujo de recursos al erario, caída de la inversión extranjera directa, endeudamiento, baja en inversión privada, poca inversión en tecnología e innovación, parálisis del Ejecutivo para adquirir vacunas.
Habrá presión de los gobernadores por recursos y reforma fiscal, con el riesgo que ésta se cargue contra los contribuyentes o se aumente el IVA, así como la creación de nuevos impuesto de talante 4T sobre riqueza, herencias, capitales, negocios y plataformas digitales.
El presidente tendrá el control del presupuesto federal e intentaría contralar los estatales, con riesgo de posible parálisis por vetos de los gobernadores.
Sería de esperarse parálisis legislativa, freno al presidencialismo autoritario, posible disminución de militarización de la vida nacional y cambios en la política de seguridad, pero se mantiene la polarización y la crisis política, dificultad para revertir reformas legales de principios del sexenio y la vacunación seguirá teniendo su impronta de mecanismo de control clientelar.
La
Alianza Federalista se vería fortalecida y los gobernadores se coordinarían para enfrentar al crimen organizado; las instituciones democráticas se verían asfixiadas por recortes presupuestales y nombramientos ad hoc en puestos claves.
Posible parálisis legislativa.En este escenario los
contrapesos, además de los tratados internacionales serían los gobernadores.
Tercer escenario
El presidente pierde la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados y de los Congresos locales, incapacitados para impulsar reformas constitucionales, pero logra la mayoría de las gubernaturas.
Económicamente hablando
sería posible detener decisiones adversas a la inversión y desarrollo, así como disminuir el flujo de recursos al dupolio energético; posiblemente la inversión privada se viese incentivada y el riesgo de las expropiaciones se vea obstaculizado. El presupuesto no podría ser asignado a modo por el presidente y la caída de ingresos fiscales se podría ver ralentizada, así como el endeudamiento.
Los gobiernos locales podrían crear políticas públicas en beneficio de la educación, innovación y emprendimiento.La nueva Cámara asigna presupuesto para vacunas y recursos para que gobiernos locales puedan adquirirlas.
Los escenarios para una reforma fiscal mejoran, aunque no aseguran que sea efectiva para el crecimiento, ni logren la transparencia presupuestal requerida, ni modifiquen lo clientelar de los programas del gobierno federal. Las fronteras seguirán bajo control del presidente, por lo que sólo la presión política podrá reformar su política clientelar de vacunación.
Se podría reformar que los ahorros por austeridad se conviertan en subejercicios que reasigne el presidente en entera libertad, beneficiando así a Estados y municipios; se podría restituir el gasto federalizado en infraestructura, educación, salud, seguridad y medio ambiente. Finalmente, se podrían frenar las obras inviables vía presupuesto.
No obstante hay
riesgo de parálisis legislativa, reformas centralistas al pacto fiscal, falta de coordinación en materia fiscal y en seguridad entre federación y gobernadores. Por otro lado, podría frenarse la presencia militar en actividades civiles, la incertidumbre jurídica para inversionistas y personas, se recuperarían espacios de participación ciudadana y de la sociedad civil y se podrían estructurar políticas efectivas contra el crimen organizado.
Los Congresos federal y locales lograrían un reequilibrio de poderes e incentivarían a la Corte a seguir resistiendo los embates del Ejecutivo.
Cuarto escenario
Finalmente, en el escenario cuatro, el presidente
López Obrador pierde la mayoría de la Cámara de Diputados, de los Congresos locales y las gubernaturas.
En esta perspectiva, se podrían
revertir decisiones que han creado un ambiente hostil a la inversión, se frenaría la destrucción del país, pero la afectación económica perduraría hasta finales del sexenio. Regresaría la inversión extranjera directa y aumentaría la privada, se frenarían las nacionalizaciones y los proyectos inviables, y los gobiernos locales estarían en condiciones de lanzar políticas públicas en educación, salud, infraestructura, innovación y emprendimiento.
Por su lado, el presidente intentaría gobernar a través de consultas populares.
Finalmente, el Congreso pondría orden en la vacunación a través del presupuesto de egresos.
El proyecto centralista se vería frenado, el tejido institucional podría ser remendado, disminuiría la incertidumbre jurídica, se reordenaría la administración pública federal y la política de "abrazos y no balazos" quedaría de lado, mientras las fuerzas armadas paulatinamente regresarían a sus funciones constitucionales.
Lo anterior, no impediría
la radicalización del lopezobradorismo y la tentación de gobernar con asambleas populares.
Las posibilidades de replantear el pacto fiscal serían propicias, la presidencia autoritaria sería acotada y la revocación de mandato posible.
El trabajo legislativo federal y local para desmontar las reformas de la 4T sería arduo.
En materia de contrapesos, la acción ciudadana nacional y los auspicios de la comunidad internacional se encontrarían para frenar un proyecto unipersonal, restituir la participación ciudadana plena y regresar el poder a los ciudadanos.
Concluye Croossing: Ningún escenario deja de ser complicado; el caos y la polarización son ideales para consolidar un régimen autoritario y el daño a la inversión, ciencia, tecnología, infraestructura, capacidades institucionales y mayor desigualdad tendrá repercusiones que llevarán más de un sexenio revertir.
Puedes consultar los escenarios en https://crossingyap.com.mx
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