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López Obrador mucho peor que desilusión: The Nation

El prestigiado semanario de izquierda se suma a los medios internacionales que critican encarnizadamente la administración del mandatario mexicano.

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Por: Redacción
  • 05/06/2021

The Nation es una revista política norteamericana fundada en 1865, de corte progresista e independiente, que por décadas ha sido el principal referente radical de la izquierda en aquel país. De allí la severidad y autoridad de sus críticas al presidente Andrés Manuel López Obrador, en comparación con otros medios más ubicados en la línea editorial que pudiese llamarse “conservadora”. Término difícil de aplicar en México en estos días, dada la amplitud del espectro utilizado para criticar a tiros y troyanos.

Había sido una semana de intenso bombardeo crítico a López Obrador y su gobierno desde el frente exterior, pero cerrar en viernes previo a las elecciones más grandes y conflictuadas de la historia nacional reciente, calificado como “desilusión” a nivel mundial y “mucho peor” para México fue sorprendente en la casa de todos y, más aún, lo ha de haber sido en las habitaciones lopezobradoristas.

La nota enloqueció a las redes en ambos extremos del cuadrante pro y anti-AMLO, y ni siquiera los buenos deseos de Almagro a Marcelo Ebrard para que “ninguna obra más que él haya hecho se le derrumbe”, en contestación a la crítica del canciller a su gestión al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA) como una de las peores de la historia, pudieron atemperar el ruido y la furia en el ciberespacio.

Por su parte, la crítica de The Nation es directa y concisa: “el desempeño del presidente mexicano ante el Covid es ‘desastroso’ y su tendencia a la ‘militarización’ indican “que toma sus referencias del pasado, no del futuro.”

Nótese que el prestigiado medio no matiza su posicionamiento refiriendose al gobierno de México, sino que lo personaliza, tanto en el tema de la desilusión como en el de tomar por referente el pasado, en ambos casos hablando de López Obrador y del presidente.

Si bien su “arte en realizar acciones simbólicas fuertes” es aún perceptivamente eficaz en amplias franjas de la población, las expectattivas de lograr un giro a la izquierda se ven cada vez más lejanas. A los ojos de The Nation, un presidente que llegó con un amplio margen de triunfo y apoyo popular, que generó amplias esperanzas en la ciudadanía como un verdadero partido de izquierda, “a dos años y medio de gobierno, la brecha entre sus promesas de campaña y sus acciones se hace cada vez más grande”.

Para The Nation, “AMLO impulsó una austeridad en el sector público, pero se negó en introducir nuevos impuestos hacia los ricos o en revisar su promesa de no contratar nueva deuda, incluso en medio de las crisis sanitaria y económica causada por la pandemia”. En este rubro destaca que apenas ha gastado el 1% del PIB en la atención al Covid.

La principal política social impulsada por AMLO, las transferencias monetarias hacia ciertas poblaciones, como adultos mayores o personas con discapacida no cubre a toda la población y vienen desde la época de Ernesto Zedillo, por lo que “el único apoyo disponible para millones de mexicanos viene de las redes familiares y la ayuda mutua”, léase remesas y la familia como el mayor y mejor sistema de seguridad social, no como política pública ni acción de gobierno.

The Nation se suma así a las críticas que la semana que concluye se le enfilaron a López Obrador desde los frentes de The Economist, Die Welt, Le Monde, The Washington Post… más lo que se acumule.

De la gobernanza económica The Nation expresa: “como en otros países, los pequeños negocios fueron afectados desproporcionadamente por la pandemia. Pero la ayuda gubernamental ha sido escasa: una encuesta realizada el verano pasado arrojó que 61% de los negocios declararon necesitar ayuda financiera, pero sólo 5.4% la obtuvieron de parte del gobierno.”

La respuesta en otro tipo de ayudas, como los apoyos para gastos funerarios a deudos de fallecidos por la pandemia, fueron anunciados hasta diciembre del 2020 y el apoyo se redujo a 570 dólares para gastos funerarios.

En índices de letalidad, según datos documentados por la Universidad Hohns Hopkins, el bateo del gobierno de Lopez Obrador es de los más altos del mundo: “Más de nueve de cada 100 personas que se han sabido infectadas por Covid murieron” y “debido a las desigualdades del sistema de salud, las personas atendidas en hospitales públicos tienen mucha más probabilidad de morir que las que se atienden en hospitales privados”, consigna The Nation.

Sin perder el tono serio de su crítica, Dawn Paley, el periodista autor del reportaje, recuerda el “detente” —amuleto, le llama— como política de salud recomendada por el propio presidente para combatir la pandemia con fetiches, así como cumplir los nuevos mandamientos de “no mentir, no robar, no traicionar”.

El reportaje consigna la minimización del mal como estrategia de salud pública sostenida por meses por López Obrador y su experto Hugo López-Gatell y la renuencia, discusión y aparición en público sin cubrebocas de estas dos figuras señeras y ejemplares, por su calidad de máximas autoridades en la materia, hasta que el propio López Obrador cayó infectado y, una vez recuperado, siguió y sigue sin usarlo, aduciendo, que no lo necesita porque ya no es portador del contagio.

En materia de vacunas, The Nation recupera que la vacunación empezó hasta diciembre del año pasado, y a seis meses de distancia apenas cuenta con el esquema de vacunación completo solo el 10% de la población nacional.

Sobre la política de austeridad, destaca que ésta se aplicó indiscriminadamente en el combate a la pandemía, pero no así a obras estrellas, apoyos a PEMEX, contratos a las fuerzas armadas y consolidadción de la Guardía Nacional; sin descuidar la entrega a los militares, no nada más de obras de infraestructura, sino de funciones gubernamentales a cargo de civiles: “Al momento, el sello de la presidencia de AMLO ha sido la austeridad en la administración pública, con una sola excepción: el Ejército”, advierte.

Severo es el juicio de The Nation en este tema: “Contrario a sus propias promesas para terminar la guerra contra las drogas, el Ejército sigue activo en reforzar la prohibición. En un día cualquiera, hay un estimado de 150 mil elementos de las fuerzas armadas desplegados en todo el país, más de la mitad de ellos dedicados a combatir la violencia. Los soldados detuvieron a más personas entre septiembre de 2019 y septiembre de 2020 que en cualquier otro año de la guerra contra las drogas, y las fuerzas armadas siguen confiscando cocaína, mariguana y fentanilo.”

Bajo el gobierno de AMLO, las fuerzas de seguridad han tomado un papel desproporcionado en el país. Hoy, soldados están construyendo el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y tendiendo tramos para el Tren Maya, construyendo cientos de nuevos bancos y apoyando en programas sociales y la distribución de vacunas. Los Marinos, una fuerza militar de élite con vínculos cercanos a los Estados Unidos, ahora controlan los puertos mexicanos. Y la Guardia Nacional es ahora responsable, junto con el Ejército, de hacer de policías de los migrantes no mexicanos que buscan llegar a los Estados Unidos”, se lee en el texto.

The Nation es sistemático en su análisis, sin dejar afuera políticas energéticas, cancelación del aeropueto en Texcoco ya en avanzada construcción, aumento de homicidios dolosos, feminicidios, su desprecio al feminismo, estrellato y defensa de Félix Salgado Macedonio, la masacre en Sonora de la familia LeBarón, otras múltiples masacres rurales, la compra de una refinería en Texas en plena crisis económica y cambio global hacia energías limpias, la violencia política y electoral, su relación con Trump y Biden, y una política migratoria alineada a Trump y contraria a los Derechos Humanos

Pudiera concluirse del reportaje: intensa militarización y empobrecimiento acelerado de los mexicanos, siendo los más pobres los principales traicionados por una transformación de un gobierno de “izquierda” que deja sin atender alimentación, salud y empleo.

Para ser de izquierda, sostiene The Nation, “El enfoque de AMLO en grandes proyectos de infraestructura, como el nuevo aeropuerto, el Tren Maya y el Corredor Transístmico refleja una anquilosada y hasta colonial forma de hacer política”.


Con información de The Nation, Proceso y Etcétera.

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