Panóptico


¿Y quién cuida a Juan Pueblo cuando el Ejército huye?

Solo el ser humano puede delinquir. Alegar humanidad para abdicar del Estado tiene nombre.

#TheBunkerNoticias | ¿Y quién cuida a Juan Pueblo cuando el Ejército huye?
Por: Luis Farias Mackey
  • 13/05/2022

Estamos tan acostumbrados a escuchar tanto sinsentido que ya no vemos lo absurdo, aunque se nos estrelle en la cara.

La última no tiene desperdicio. Se recomienda Pepto-Bismol y Tafil a la mano.

“Cuidamos a los elementos de las fuerzas armadas, de la Defensa, de la Guardia Nacional, pero también cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos, es una política distinta, completamente distinta”, dijo YSQ.

Vayamos por partes, veamos primero los lapsus: cuida de las fuerzas armadas: Defensa y Guardia Nacional. No menciona policías, pareciera que para él no existen. Tampoco a la Marina que, aunque se incluya en el genérico de fuerzas armadas, no deja de ser un lapsus significativo. Finalmente, aduce a la Guardia Nacional como parte de las fuerzas armadas, lo cual es abiertamente contrario a la legislación vigente y delata la percepción que de ella guarda el presidente.

Dice luego que cuida de los integrantes de las bandas —del crimen organizado, se entiende—, porque son seres humanos.

Empecemos por el final: son seres humanos. Si no lo fueran no serían imputables. Todo ser orgánico no racional es inimputable. Un árbol, un animal o una piedra no pueden ser acusados de delito o falta administrativa alguna, porque carecen de libertad para optar entre el deber ser y su negación.

El mundo del bien y del mal es un mundo humano. Luego entonces, precisamente por ser seres humanos, es que los integrantes del crimen organizado son imputables de sus conductas, tanto como lo es aquella autoridad que en ejercicio de sus atribuciones de ley es omisa en su cumplimiento.

#TheBúnkerNoticias


El argumento del presidente en favor de los delincuentes se cae por sí solo. Es la conducta humana contraria al orden jurídico la que debe ser prevenida, perseguida y castigada por el Estado, en tanto representante de la sociedad organizada y normada, con el monopolio del uso legítimo de la fuerza para tal fin. Decir que no se persigue y, por el contrario, se cuida del delincuente es la negación del Estado y de la ley.

Del propio contexto de su narrativa no se deduce que se refiera al cuidado de los Derechos Humanos de toda persona sujeta a proceso de ley: una cosa es cuidar a quien mata al hacerlo y otra respetar el debido proceso y la presunción de inocencia cuando el imputado es finalmente sometido a las consecuencias del deber ser. Debido proceso y presunción de inocencia que, por cierto, no se observan muy seguido en las mañaneras cuando se carga contra los molinos de viento preferidos de la 4T.

La acepción de cuidar a la que aduce el presidente es la propia de “asistir, guardar, conservar”; la de los cuidados a un enfermo, un menor, un adulto mayor, un desvalido; los cuidados que la sociedad debe para con sus miembros en necesidad, en injusticia, en inseguridad. Unas personas armadas hasta los dientes, haciendo huir a las fuerzas armadas de la Nación y con la impudicia de subirlo en redes sociales para solazarse de su poder e impunidad, lo menos que necesitan son cuidados, en tanto que sí ameritan todo el peso de la ley y del Estado sobre ellos.

Por otro lado, eso de que se cuida a las fuerzas armadas es negado en los hechos reproducidos en el video que osó proyectar en Palacio Nacional, donde se ven vehículos de la Secretaría de la Defensa Nacional en desesperada fuga de autos artillados de las bandas del crimen organizado. La imagen lo que muestra es que el crimen se cuida a sí mismo, el Ejército está impedido de cuidarse y sus instrucciones son abandonar la plaza.

Así llegamos al plato principal: ¿Y del ciudadano común y corriente, quién cuida? ¿En qué suerte quedan los habitantes de cuyas poblaciones huyeron nuestros soldados?

¿Acaso no también son humanos? ¿Es que sus derechos no están a cargo del Estado? ¿Incumplir la ley goza de garantías, pero cumplirla de desprecio? ¿Para qué se creó el Estado entonces?

Es el cuidado de la sociedad el que debe primar el Estado por sobre el del crimen que, además, solo se podría explicar por pactos inconfesables.

Finalmente, sí es una política distinta: es la rendición del Estado a la impotencia, a la amnistía comprometida en campaña y hecha política de abstención y rendición para nuestra desgracia. Es, en voz del presidente, confesión de parte —urbi et orbi— de la instauración de un narcoestado en México.


Publicado en LFMOpinión.

#TheBúnkerMX
#LFMOpinion
#FuerzasArmadas
#Cuidado
#Bandas
#NarcoEstado
#Derecho
#Estado
#Marina
#Ciudadano
#TheBunker


#TheBúnkerNoticias


Notas Relacionadas