Monreal en su papel de corcholata rebelde

Senado Digital

Por: Luis Farias Mackey

• 16/07/2021

Las declaraciones corrieron como reguero de pólvora. Al fin y al cabo, de eso se trata todo.

Ahora el escenario correspondió a Ricardo Monreal, en su papel de hijo pródigo en versión corcholata.

Como todo drama que se respete, en el elenco siempre hace falta un rebelde que introduzca en la trama incertidumbre, sabor a traición y esperanza de reconciliación en Happy Ending. El papel, por cierto, varias veces representado ya, hasta con nominaciones al Oscar, le correspondió al senador Monreal.

“Voy a estar en la boleta, espero estar con Morena y con el presidente López Obrador […] soy un aspirante normal no un ambicioso vulgar, me he preparado para esto muchos años”, soltó de su ronco pecho —que tampoco es bodega— a los micrófonos de López Dóriga en Radio Fórmula.

Dicho lo anterior, hizo acto de fe lopezobradorista y transformadora, para que no quedará duda y, también, para contestar a quienes desde Morena lo acusan de traidor.

De Sheinbaum dijo que no cree que sea la candidata oficial —cuando apenas estamos hablando de corcholatas—, pero que sí goza de deferencias especiales por parte del destapador, López Obrador.

En su papel de ofendido, asevero: “yo no me ofendo, él [López Obrador] tiene su criterio, sus razones para expresar y dimensionar nombres que él considera con suficiente talento para sucederlo, pero creo que va a ser una etapa muy complicada esta sucesión adelantada, prefiero mantener las reglas clásicas, no del tapadismo, pero sí de la espera de tiempos del reloj electoral para que no se generen rupturas al interior de Morena o en los demás partidos”.

Ahora bien, no va a ser algo muy complicado, ya lo es y con la expresa intención de hacerlo, en parte, como estrategia distractora. Y, claro, ante ello prefiere esperar al reloj electoral, pero este pequeño fuera de lugar —o de tiempo electoral reglamentario— es un capricho que bien lo vale. Eso sí, buscando no generar rupturas en Morena o en otros partidos. ¿Pues qué andaría haciendo Monreal en otros partidos que pudiese generarles rupturas a su interior? ¿Será por ello, acaso, eso de “espero que con Morena y con López Obrador”? Ya conoce usted el lenguaje sibilino al que es tan afecto el senatore.

Y otra pica en Flandes clavó ayer don Ricardo, las encuestas, tan cacareadas por Mario Delgado, por cierto, del gallinero de Ebrard, otra de las corcholatas, son un instrumento desgastado y agotado, mejor una consulta a la militancia, es decir un proceso democrático, no demoscópico.

“Yo lo que estoy planteando es que esta vez, para la selección de candidato a la presidencia, no sea una encuesta elaborada por el propio partido y elaborada bajo su sigilo y al interior de los cuatros muros del mismo, en eso sí he sido claro, que no sería correcto que se intentara hacer una encuesta en las mismas circunstancias y estoy pidiendo que sea una consulta a militantes, otro mecanismo que pueda garantizar mayor certeza”, sostuvo la corcholata rebelde en el papel que le asignó el director del montaje.

Así transcurre la función, decimos en The Búnker, más lo que hoy nos entregue la trama, sin que nadie, ni el Instituto Nacional Electoral (INE), marque actos anticipados de campaña. Ya para qué, ha de decir, si en palacio no nos pelan más que cuando de desaparecernos se trata.

Desde la esquina del PRI, para montarse en la ola se autodestapa Enrique de la Madrid. No se ría.

Con Información de El Universal.

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