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La gentrificación de la ciudad de México, un fenómeno que preocupa a las autoridades y a los vecinos

La ciudad de México es una de las metrópolis más atractivas para los llamados nómadas digitales, trabajadores remotos que se trasladan a diferentes lugares del mundo aprovechando las ventajas de la conectividad y el bajo costo de vida.

#TheBunkerNoticias | La gentrificación de la ciudad de México, un fenómeno que preocupa a las autoridades y a los vecinos
Por: Redacción
  • 11/05/2023

La ciudad de México es una de las metrópolis más atractivas para los llamados nómadas digitales, trabajadores remotos que se trasladan a diferentes lugares del mundo aprovechando las ventajas de la conectividad y el bajo costo de vida. Sin embargo, su llegada masiva ha provocado también efectos negativos en las colonias del centro histórico y otras zonas de la capital, donde se ha disparado el precio de las rentas, los servicios y el comercio, afectando a los residentes originales que ven amenazada su permanencia y su identidad.

Este fenómeno se conoce como gentrificación, y consiste en la transformación urbana y social de un barrio por la llegada de nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo que los anteriores, lo que genera un aumento de la plusvalía y una expulsión de los vecinos tradicionales. La gentrificación suele ir acompañada de una renovación arquitectónica, una diversificación comercial y una modificación cultural del entorno.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el precio promedio de rentar un departamento de dos recámaras en la ciudad de México es de 22,314 pesos, mientras que el salario promedio mensual es de 9,329 pesos. Esto implica que muchas personas no pueden acceder a una vivienda digna o tienen que destinar gran parte de sus ingresos al pago del alquiler.

Algunas de las colonias más afectadas por la gentrificación son la Roma, la Condesa, el Centro Histórico, Coyoacán, San Ángel y Santa María la Ribera, donde se han registrado aumentos exponenciales en el costo de la vivienda y los servicios en los últimos años. Estas colonias son también las preferidas por los nómadas digitales, que suelen alojarse en plataformas como Airbnb o en hostales y hoteles boutique.

Los nómadas digitales son principalmente jóvenes extranjeros que trabajan en sectores como el diseño, la programación, el marketing o la comunicación. Buscan lugares con buena conexión a internet, clima agradable, oferta cultural y gastronómica y bajo costo de vida. Según un estudio de Airbnb, México es el segundo destino más popular para los nómadas digitales en América Latina, después de Brasil.

Sin embargo, su presencia también tiene consecuencias negativas para las comunidades locales. Algunas de ellas son:
- El encarecimiento de las rentas y los servicios. Los propietarios e intermediarios aprovechan la alta demanda para subir los precios y ofrecer sus inmuebles a los visitantes extranjeros que pueden pagar más. Esto obliga a muchos residentes a mudarse a zonas más alejadas o precarias.
- La pérdida de identidad y cohesión social. Los nómadas digitales suelen tener una estancia temporal y no se involucran con el tejido social del barrio. Esto genera una ruptura con las tradiciones, las costumbres y los valores de los vecinos originales, que se sienten desplazados y marginados.
- La contaminación y el deterioro ambiental. El aumento del turismo implica también un mayor consumo de recursos naturales, energía y transporte. Esto genera más basura, ruido y emisiones contaminantes que afectan la calidad del aire y el agua.
- La inseguridad y la violencia. La gentrificación crea desigualdades sociales y económicas entre los habitantes del barrio. Esto puede generar resentimiento, conflictos y delincuencia. Además, algunos nómadas digitales pueden ser víctimas de robos o extorsiones por parte de grupos criminales.

Ante esta situación, el Gobierno de la ciudad de México ha iniciado conversaciones con autoridades de otras ciudades que han sido fuertemente afectadas por el negocio sin freno de plataformas como Airbnb y el arribo masivo de extranjeros, que facilitan el alojamiento de los nómadas digitales y contribuyen al aumento de las rentas. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha señalado que se busca evitar que haya zonas exclusivas para este tipo de visitantes y que se generen problemas sociales y urbanos.

Para ello, el Gobierno capitalino ha iniciado conversaciones con autoridades de otras ciudades que han sido fuertemente afectadas por el fenómeno de la gentrificación, como Nueva York, Barcelona, Berlín o París, para conocer sus experiencias y medidas aplicadas. Algunas de estas medidas son el cobro de impuestos a las plataformas digitales, la limitación del número de días o propiedades que se pueden rentar, la exigencia de permisos o licencias a los anfitriones y la protección del derecho a la vivienda de los residentes locales.

Asimismo, el Gobierno de la ciudad de México ha expresado su interés por distribuir la demanda turística a otras zonas menos afectadas por la gentrificación, como Iztapalapa o Tláhuac, donde se busca impulsar proyectos de desarrollo urbano y social que mejoren las condiciones de vida y atraigan a los visitantes. Para ello, se requiere una mayor inversión pública y privada en infraestructura, servicios, seguridad y cultura.

La gentrificación es un fenómeno complejo que tiene ventajas y desventajas para las ciudades. Por un lado, puede generar una revitalización económica, una diversificación cultural y una renovación arquitectónica. Por otro lado, puede provocar una expulsión social, una pérdida de identidad y un deterioro ambiental. Por ello, se requiere una regulación equilibrada que garantice el derecho a la ciudad para todos sus habitantes.


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