Mequetrefe

lfmopinion.com

Por: Arturo Martinez Caceres

• 15/03/2023

¿Cómo calificar a un inútil, a un pelmazo, a un insignificante? ¿Cómo subrayar nuestro desprecio por su conducta abusiva, poco educada y grosera?

¿Quién no se ha topado con alguien así? ¿Algún par de jefes mentecatos. Algún vecino ineducado. Algún ex amigo presumido, olvidadizo, ignorante? ¿Algún político prepotente y malcriado? Son todos mequetrefes, buenos para nada, petulantes.

En un mundo ideal, debiéramos tener la posibilidad, como en el juego infantil, de desaparecerlos y enviarlos a la realidad virtual, sin embargo, a veces ni siquiera podemos enfrentar su insolencia con el tradicional y antiguo método de asentarles un par de cachetadas guajoloteras. Ya sea porque el aludido es más fuerte, más poderoso, inalcanzable …y siempre, cabe recordar: más vale ser precavido que pecar de tarugo.

Muchos han corrido para salvaguardar la vida y la dignidad. Nadie los culpa. Los cementerios y las cárceles están llenos de valientes irreverentes, imprudentes, arrepentidos.

También es cierto: Aquila Non Capit Muscas.

Recientemente el famoso pejePresidente usó el calificativo de ‘Mequetrefes’ en cuestión para subrayar la ofensiva conducta de cuando menos dos congresistas republicanos estadounidenses, protegidos por la poderosa National Rifle Association of America (NRAA), cuyo propósito es la defensa del derecho de poseer armas. Así los calificó cuando al parecer andaban ‘high’ y promovieron la invasión de la frontera con México y dónde se requiriera para acabar con las carteles y narcobandas productoras y distribuidoras de drogas duras, principalmente de fentanilo, cuyo consumo tanto daño creciente e indiscriminado causa en ambos lados de la frontera y particularmente en los EUA en poblaciones vulnerables: pobres, con mínima o escasa educación, exmilitares, jóvenes, viejos sin hogar, sin oficio ni beneficio, consumidores reincidentes, solitarios, abandonados, desempleados, enfermos, por ejemplo.

Como hemos relatado en Prohibido Prohibir, los estudiosos de la historia y expansión geográfica de nuestros vecinos estadounidenses coinciden en señalar que la ‘conquista del oeste’ se hizo por la fuerza, gracias a la ambición por descubrir oro y plata, nuevas tierras de cultivo y mercaderías en territorios inéditos al expandir las fronteras conocidas e identificar El Progreso con la posesión y conquista. El poder.

La expansión se logró con el apoyo de cientos de caravanas de migrantes aventureros con un botella de whisky en una mano y una Colt en la otra. Con sacrificio y tozudez, con miles de dólares de inversión y ganancia. Y aniquilando a los habitantes originarios, confinándolos en reservaciones o derrotándolos en guerras de conquista para ser expulsados u obligados a aceptar las condiciones del nuevo régimen de dominación.

Así las 13 colonias originales crecieron hacia el Midwest, Alaska, Hawaii, Louisiana, La Florida, más de la mitad del territorio mexicano, Guantánamo, diversas posesiones en el Pacifico y en El Caribe, en el Artico y en la Antártica. La gloria.

En El Poder y la Gloria, Graham Greene, relata un par de eventos de la guerra cristera de los años 30 en Tabasco, México. La novela premiada cuenta las andanzas y el sacrificio de un cura que antepone a todo propósito sus deberes religiosos, incluso antes que su salvación física. Siempre perseguido y encarcelado por la prohibición religiosa junto al tenebroso mestizo y el gringo, siempre testigos oportunos o inoportunos. En medio del deber y la comodidad del olvido el cura (The priest), prefiere hacer lo que el compromiso personal le obliga, convencido de la Gloria eterna.

Es el sistema judicial que antepone a la justicia la letra de la legalidad, del marco jurídico construido y los procedimientos establecidos retorcidos y complejos para beneficiar a los poderes fácticos, los poderosos intereses creados, la perpetuación de la especie capitalista, del modo de producción dominante, la cambiante ley temporal.

Como la confrontación cristera en México, como los años de prohibición alcohólica para satisfacción de puritanos e hipócritas en los EUA,, como la prohibición de prácticas abortivas que debieran ser decisión principal y única de mujeres, y, si acaso, de sus parejas.

Cuando aparecen gobiernos que intentan transformar, cambiar leyes y estilos de gobierno para buscar mayor justicia social, mayor liberalidad en la aplicación e interpretación del bien común, se enfrentan inmediatamente a los representantes y beneficiarios del status quo establecido y, entre ellos, sobresalen en EUA los representantes comprometidos con la llamada Segunda Enmienda que garantiza el derecho de poseer armas y consolida el crecimiento y expansión de las empresas e individuos dedicados a su manufactura y venta pública, aún más allá de sus propias fronteras.

Con ese argumento principal han justificado la venta y distribución de armas casi sin ninguna restricción y se han convertido por elección y necesidad de sus propios intereses en la policía del mundo.

En nuestro país hace unos años se vivió una experiencia traumática de importación de armas marcadas, disque para controlar y ubicar a los malandros, que sirvieron para alborotar la gallera y aumentar la criminalidad y la violencia. Las armas en manos de criminales se utilizaron para ampliar la violencia y fomentar la base de exportación de drogas y su consumo. En Rápido y Furioso fue cuando el jefe máximo del ejército mexicano se vistió una casaca militar que siempre le quedó grande.

Así que con el pretexto de la violencia en la frontera, lo que es muy grave y el secuestro y asesinato de dos visitantes estadounidenses, dícese que con antecedentes penales, lo que es de cualesquiera forma inaceptable, reprobable, los congresistas susodichos agarrados del asta bandera de las barras y las estrellas, declararon en modo insolente amenazas no solo para los sicarios y malosos del lado nacional, sino plantearon una probable invasión al territorio nacional y, de pasada, insultaron al Ejecutivo Federal y a los mexicanos por permitir el uso y abuso del fentanilo.

Desde luego, el enojo de los miembros de la Asociación del Rifle fue tan imprudente e inútil que su propio embajador Salazar, de sombrero calado, trató de bajar el calor de las declaraciones que pudiera llegar a más insultos, haciendo énfasis en que las acciones propuestas por los republicanos ‘no sirven para reducir el consumo de drogas’. Se propuso una comisión bilateral… y asunto aparentemente zanjando.

Se llevaron el epíteto de Mequetrefes y Mr. Biden ya en plena campaña presidencial para el 24, solicitó al Congreso miles de millones de dólares para combatir con efectividad el delicado asunto de las drogas.

Como sucede con frecuencia cuando se contabiliza en dólares cómo resolver cualquier cosa, se esfuman las intempestivas ganas ante la compleja realidad, que requiere estudio, dinero y eficientes acciones.

En tanto, unos se quedaron para siempre como Mequetrefes que al dedillo quedó, más un programa consular de advertencia sobre su comportamiento intervencionista y los otros, enterraron a sus muertos curarán a los heridos y repetirán las frases gastadas en su campaña de reelección.

Mientras, los malosos entregaron a las autoridades en Matamoros a 5 de sus miembros supuestamente por ser los causantes del agravio fronterizo más el joven cuidador de los secuestrados.

Increíble su arrepentido buen comportamiento. Parecería que no son tan tan salvajes, a pesar de las faltas de ortografía y pésima caligrafía del comunicado explicativo.

¿Y los opositores del famoso pejePresidente? Como de costumbre aprovecharon el hecho para aplaudir a los congresistas extranjeros y preguntar qué hasta cuándo se protegerá a las narcobandas con más abrazos, añorando el tiempo del presidente Calderón, el del 0.56%, la declaración de guerra y la holgada casaca militar.

En la frontera norte sabemos que hay que extremar precauciones de un lado y otro. Por el momento nada de cirugías cosméticas ni visitas al Mall.



Publicado en LFMOpinión.

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