Gerardo Conde
Entrelazando
Colaborador

La peregrinación del domingo 27 de noviembre cumplió su objetivo al arroparse el “mesías” —léase AMLO— de sus apóstoles y de sus fieles seguidores que con su convicción de fe lo arroparon a lo largo de la caminata hasta el Zócalo capitalino.

Los feligreses —el pueblo sabio— aprovecharon para saludar, abrazar y besar a su mesías para que su fe se refrendara.

Los apóstoles —léase los gobernadores y legisladores morenistas— lo esperaron en el lugar del evento haciendo una valla para recibir a su “maestro”, para recibir su bendición.

Los beneficiarios de los programas sociales, en particular los adultos mayores, esperaron sentados la llegada de su benefactor para agradecerle su amor por ellos y reiterarle seguir siendo la principal base social a su cuarta transformación.

Los voceros oficiales en las redes sociales se desgallitaron en enaltecer la peregrinación, expresando: un día histórico para México y rematando con la frase: “Tengan para que aprendan”, refiriéndose a la oposición que marchó el pasado domingo 13 de noviembre.

Por su parte el mesías no cabía en sí mismo, durante el recorrido de la peregrinación su ego crecía y crecía en cada saludo, en cada abrazo y en los besos que daba a sus feligreses, le urgía ese alimento de devoción a su figura, porque ya sentía famélico, requería del baño del pueblo sabio para alimentar su espíritu de mesías.

Su informe de cuatro años de administración, fueron lugares comunes, nada que comentar, lo significativo de su llamado fue reiterar las frases que le han dado identidad con sus seguidores:

“Por el bien de todos, primero los pobres”. “sin el pueblo, nada”.

Expresiones que provocó el alarido de los feligreses a su mesías y reiterando su sumisión a su redentor.

El evento era para eso, avivar a los feligreses para que sean sus soldados en defensa de la 4t, pero, sobre todo, para defender la democracia que el mesías interpreta, ser el dueño de la voluntad de sus seguidores, para que su corchalata pueda transitar con la tranquilidad de que cuenta con el respaldo de los feligreses y de los apóstoles para vencer al candidato de la oposición.

Pero también mandó un mensaje a los que intenten arrebatarle el bastón de mesías, de que él es el único dueño, porque tiene el apoyo incondicional de los feligreses, la plaza llena le da esa confianza para mantener la aureola de mesías.

A lo largo de estos cuatro años de administración AMLO ha preferido ser mesías que presidente del país, se siente feliz, seguro y envalentonado para formular una narrativa de “logros”.

Prefiere la calle y el micrófono, porque nadie lo cuestiona, todos le aplauden y se arrodillan ante él, aplaude esas actitudes sumisas, que la censuran de los aspiracionistas y conservadores.

Ha aprendido a lo largo de su historia personal que se le facilita más manipular que gobernar, lo primero requiere labia, lo segundo talento y horizonte. El retrato se dibuja solo.

Hoy duerme plácidamente en su palacio después de un día de grandes emociones, donde se le reiteró, los gestos, se pagan con gestos y lo arrullan dos cantos que lo enamoran:

“No estás solo”. “Es un honor estar con obrador”.

Expresiones que alimentan todos los días su cinismo, para seguir en su papel de mesías, en lugar de tomar la estafeta de presidente del país.

E-mail: conde_consultor@live.com.mx
Facebook: Trajes a la Medida, Costura Política.


Publicado en LFMOpinión.

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