Sobrecostos: obras emblemáticas presionan finanzas públicas

Twitter: @RefineriaDosBoc / @TrenMayaMX

Por: Redacción

• 27/08/2022

Sólo 70% más de lo planeado es lo que costará el Tren Maya, reconoció el presidente: 20 mil millones de dólares.

Y claro, las finanzas de México resienten la presión de los aumentos en los costos del financiamiento de las mega obras de infraestructura promovidas por López Obrador, a medida que los plazos para concluirlas se agolpan y angustian conforme avanza el sexenio, dijo el secretario de Hacienda.

En los espacios para maniobrar que tiene el gobierno, no elevará su relación entre deuda y producto interno bruto por encima de un rango de 50 a 51% en el presupuesto del próximo año, señaló Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda. Hoy, esa cifra se ubica en el 48.9 por ciento.

Los ingresos fiscales más altos de lo esperado y la caída de los costos de los subsidios al combustible en medio de una caída en los precios de la gasolina están ayudando, dijo.

El mes pasado, el propio presidente admitió que los costos del Tren Maya están muy por encima del presupuesto inicial y podrían terminar costando hasta 20 mil millones de dólares, un 70% más de lo planeado, en medio de contratiempos y de una inflación vertiginosa.

Su otro proyecto insignia, la refinería Dos Bocas en Tabasco, también disparó su costo fuera de control para alcanzar cerca de 18 mil millones de dólares, duplicando su precio original y algunos inversionistas dicen que el costo podría elevarse aún más.

“Obviamente hay mucha presión, que consideramos presión normal”, no le quedó más que decir a Ramírez de la O el jueves pasado. “Todo lo que hagamos en 2022 y 2023 para acomodar el incremento es algo que no haremos en 2024, por lo que a mediano plazo funciona bien”, dijo.

Un día después de anunciar los costos del Tren Maya, López Obrador señaló que ajustaría aún más su ya de suyo austero gasto público, bajo un plan que bautizó como pobreza franciscana. Ésta incluye recortes drásticos a viajes al extranjero y gastos de funcionarios, justo al tiempo que México inicia conversaciones con Estados Unidos y Canadá sobre su disputa comercial contra la política energética nacionalista de López Obrador.

Sus críticos lo culpan del escaso crecimiento de México, señalando que apenas impulsó el gasto social durante el punto álgido de la pandemia, o cuando está invirtiendo miles de millones más en sus mega obras. No obstante, muchos inversionistas son optimistas sobre la deuda mexicana ya que el bajo índice de deuda se ha mantenido bajo control.

El presupuesto de 2023 tendrá un déficit basado en mantener el índice de deuda del rango objetivo y será “realista”, dijo el secretario del ramo.

El presupuesto apoyará por completo los proyectos de infraestructura prioritarios, incluidos el tren, la refinería, la modernización de las instalaciones aduaneras y el desarrollo en el sureste del país, por medio de carreteras y un aeropuerto en Tulum.

Más allá de los proyectos clave, “siempre habrá oportunidades para ajustar programas que han estado ociosos o no son tan indispensables como se esperaba en administraciones anteriores”, concluyó el secretario en su entrevista.

Con información de El Financiero.

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