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Rompiendo la historia, el libro por salir del yerno de Trump promete romper varias historias en México.
Vía Wikimedia Commons
"Rompiendo la Historia", libro de memorias de Jared Kushner, yerno y principal asesor de Trump en la presidencia, programado para salir a la venta el 23 de agosto, va romper aquí en México más que una historia.
Videgaray contactó a Kushner a través de una amiga en la primavera de 2016 para decirle que creía que Trump ganaría la elección presidencial de ese año.
Para el yerno de Trump, Videgaray es un hombre “cerebral y brillante”, además de un socio importante para él en los años que estuvo Trump en la presidencia.
"En la cafetería de un lúgubre hotel en un suburbio de Washington, D.C., en (el estado de) Maryland, Don (Trump) Jr. y yo nos reunimos con Luis para tomar un café. Lo más sorprendente de todo es que Luis estaba seguro de que Trump iba a ganar las elecciones y quería establecer una relación de inmediato", escribe el yerno en su libro.
"Después de un par de intentos infructuosos, pude organizar un desayuno entre Trump y Luis en Bedminster. Durante el desayuno, Trump planteó la idea de viajar a la Ciudad de México para reunirse con el presidente Peña Nieto".
La visita de Trump se convirtió en una pesadilla para Peña Nieto cuando el magnate dijo haber abordado con el presidente mexicano la construcción de un muro fronterizo entre México y EUA, Videgaray renunció a su cargo en Hacienda, algo que Kushner dijo haber sentido “terriblemente”.
Tras la sorpresiva victoria de Trump en noviembre de 2016, Kushner confiesa en sus memorias que una de las pocas personas a las que llamó telefónicamente esa misma noche fue a Videgaray, quien había optado por alejarse de la vida pública.
"Antes de que terminara la noche llamé a Luis Videgaray, quien pareció sorprendido de saber de mí en una noche tan histórica.
"Has apostado correctamente... Quiero agradecerte. Ahora tenemos la oportunidad de arreglar la relación México-EUA".
Kushner reconoce en su libro haber adoptado personalmente la conducción de la política de EUA hacia México, algo que el primer Secretario de Estado de la era Trump, Rex Tillerson, reprochó en febrero 2018.
"Me enteré por Luis que después de una reunión bilateral (en la Ciudad de México), Tillerson lo apartó y se lanzó a despotricar. Acusó a Luis de cometer un error estratégico al trabajar conmigo en la Casa Blanca en lugar de alguien del Departamento de Estado".
Kushner aborda también el tema del tratado de libre comercio:
"Mientras salía de ver al presidente en su habitación me preguntaba por qué estaba yo tomando este tema imposible: mantener vivo el TLCAN hasta que pudiéramos negociar un mejor acuerdo en contra de los instintos de un presidente que estaba inclinado a romperlo".
Y continua: "Los costos económicos de... romper el acuerdo podrían ser catastróficos. Trump no había tomado una decisión final, pero quería que redactáramos una orden ejecutiva de inmediato. El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, creía firmemente que romper el TLCAN sería una victoria política".
Y confiesa que "el canciller mexicano, Luis Videgaray, vio el artículo (de prensa) y me llamó. 'Esta es una pelea en la que México va a morir, pero Estados Unidos perderá una pierna y un ojo', me advirtió".
En una Casa Blanca envuelta en el caos ante la directiva de Trump, Kushner recuerda haber tomado la decisión de llevar al entonces Secretario de Agricultura, Sonny Perdue, con un mapa a la Oficina Oval a explicar las pérdidas agrícolas multimillonarias de cancelarse el libre comercio con México y Canadá.
"El mapa de Perdue (de los agricultores afectados) fue tan persuasivo con Trump que luego lo agrandó y lo colgó en su comedor privado durante el resto de su tiempo en el cargo".
Kushner solicitó a sus contrapartes mexicana y canadiense convencer al presidente Peña Nieto y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a hacerle una llamada a Trump comprometiéndose a la renegociación del acuerdo como una forma de salvar cara ante la situación.
Las pláticas para la renegociación del TLCAN iniciarían formalmente en agosto de 2017 y se extendieron por varios meses con diversas rondas entre las delegaciones comerciales de los tres países encabezadas por Robert Lighthizer, Chrystia Freeland e Ildefonso Guajardo.
A pesar de un avance en diversos capítulos, la renegociación permaneció empantanada hasta 2018, Kushner decidió viajar a México en marzo de 2018 para pedir a Peña Nieto llegar a un acuerdo pronto.
"Luis (Videgaray) me había informado sobre el hecho de que miembros influyentes del equipo de Peña Nieto se estaban volviendo reticentes a seguir adelante con las negociaciones comerciales.
"Mientras Peña Nieto contemplaba si negociar o agotar el reloj, yo estaba listo para darle un mensaje simple: no hay un camino cómodo aquí. Si querían un buen resultado, tenían que confiar en mí y llegar a un acuerdo pronto".
Entre los temas pendientes estaban las reglas de origen del sector automotriz que la administración Trump veía como clave para atraer empleos a EUA, los mecanismos de solución de controversias y una cláusula de muerte súbita que ponía fecha de expiración al acuerdo.
EUA propuso lanzar rondas bilaterales primero con México para de alguna manera empujar a que Canadá después sintiera presión para concluir sus diferencias con EUA; el final del viaje de Kushner a Ciudad de México concluyó con unos tequilas cortesía de Peña Nieto.
"Peña Nieto me miró cálidamente, asintió con la cabeza y le indicó a un mesero que trajera unos tragos de tequila. '¡Ya son las cinco de la tarde en algún lugar!', dijo. Hizo un brindis y nos bebimos el reposado".
Pero Trump estaba urgido de una victoria política en el área comercial y sorprendió en mayo de 2018 con una amenaza de imponer un arancel de 25% a los autos importados desde México y Canadá arguyendo seguridad nacional en algo que violaba el TLCAN.
Las negociadores de Lighthizer y Guajardo no alcanzaron un acuerdo sobre las reglas de origen automotriz, y Videgaray viajó a Washington para pactar con Kushner llegar a un punto intermedio accediendo elevar de 62.5% a 75% el contenido regional de los vehículos.
Durante las rondas de negociación en julio y con la incorporación de Jesús Seade como representante de López Obrador, presidente electo, la atención se volcó a la cláusula de expiración del acuerdo y que según Kushner resolvió con Videgaray una noche comiendo sobras de comida china en su casa.
"Llegamos (a mi casa) pasadas las 22:00 horas, hambrientos y exhaustos. Encontré sobras de comida china en el refrigerador y nos servimos. Cuando (mi esposa) Ivanka (Trump) bajó las escaleras, nos encontró sentados entre una pila de cajas blancas (de comida) vacías".
Videgaray y Guajardo, con él mismo y Lighthizer acordaron llegar a un acuerdo para una cláusula de expiración del tratado luego de 16 años, a menos que previamente los países acuerden una renovación.
Pero Jesús Seade tenía otros datos y propuso una cláusula por solo 12 años; luego de organizar junto a Videgaray, Guajardo y Lighthizer lo que Kushner llamó un teatro kabuki, los negociadores dieron el crédito a Seade pero estableciendo 16 años.
"Después que se fue la delegación mexicana, Lighthizer y yo nos miramos y nos reímos. Ese fue uno de los peores momentos de una negociación que jamás habíamos visto. 'Solo recuerda', me dijo Lighthizer, 'nadie se vuelve más inteligente por el hecho de solo hablar'".
Al concluir la negociación con México en agosto y empujar a Canadá a cerrarla en septiembre, Kushner trabaja contrarreloj para lograr que el nuevo tratado comercial regional (T-MEC, en español) fuera firmado por los tres países antes de que Peña Nieto dejara la Presidencia en diciembre.
Los tres socios acordaron la firma del acuerdo para el 30 de noviembre de 2018 cuando los tres jefes de Estado coincidirían en la reunión del G20 en Buenos Aires, Argentina.
Con Peña volando de regreso de Buenos Aíres a México, Kushner recuerda haber notado feliz a Videgaray de encabezar la delegación mexicana en los últimos actos oficiales del G20 —un concierto y una cena—, tras lo cual decidieron ir a un asador porteño.
"Luis nos encontró después de la cena formal a Ivanka y a mí en un famoso asador argentino. La (asesora del primer ministro Trudeau) Katie Telford también se unió", dice Kushner.
"A la medianoche, levantamos nuestras copas de Malbec argentino y brindamos por el fin del dedicado servicio público de Luis".
Con información de Reforma.
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