¿Quién es el presunto asesino del Suntory?

lfmopinion.com

Por: Redacción

• 30/06/2022

Un mar de fondo en el caso Suntory

Cuando en tribunales había un asunto escabroso y complicado que resolver, el hombre a llamar era el presunto asesino del Suntory.

Hace una semana, Yrma Lydya vivía, pero enfrentó a su agresor y marido quien dio fin a su vida, sabedor de tener total inmunidad para matarla en uno de los restaurantes más bulliciosos de la Ciudad de México.

¿Quién es este personaje para matar de tres balazos a su cónyuge en un restaurante en plena luz del día? ¿Qué pensó Jesús Hernández Alcocer para que pudiera sentirse tan poderoso e impune? Hoy se sabe que del personaje se podría escribir un libro, aquí un par de muestras.

Allá por los 80, en el sexenio de De la Madrid, el abogado comenzó a encumbrarse, fue un gran amigo de la familia de la entonces primera dama Paloma Cordero de la Madrid, e hizo buenos negocios ligados a la venta de armas al gobierno, siempre bajo el cobijo del máximo poder.

En ocasiones, si había un asunto escabroso y complicado que resolver en tribunales o que requiriera de la venia del poder, Hernández Alcocer era visto en reuniones privadas con el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett —sí, el mismo— en el Palacio de Cobián: mediante una jugosa suma de dinero, todo, absolutamente todo, podía transitar en ese México de palancas y arreglos chuecos.

El abogado que, por cierto, ejercía sin cédula profesional, resolvía todo mediante extorsiones y amenazas de muerte. Pronto comenzó a ser útil para los más penosos asuntos de las clases encumbradas.

Más tarde, en 2019 un publirrelacionista que fue muy poderoso durante los tiempos de Ernesto Zedillo y gran amigo del feminicida, comenzó a gestionar diversas citas con él para representantes de empresas farmaceúticas, en otro restaurante, el Winston Churchill, donde el “abogado” prometía contratos millonarios por su “cercanía familiar” con Jorge Alcocer, secretario de Salud.

Pero las cenas terminaron en nada, ningún comensal hizo negocios con él, no había tales contactos y todo se trató de una estafa patética y barata, aunque tampoco hubo quien lo denunciara.

Ahora Hernández Alcocer enfrenta a la justicia. ¿Podrán sus complicidades liberarlo de la prisión? Veremos.

Con información de El Universal.

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