Nacional


Nuestra expectativa de vida perdió 4 años con el Covid

Hoy sabemos que los mexicanos habremos de vivir 4 años menos de lo que esperábamos vivir en 2019, un retraso de 70 años; se desconocen aún los efectos postcovid en la expectativa de vida mundial.

#TheBunkerNoticias | Nuestra expectativa de vida perdió 4 años con el Covid
Por: Redacción
  • 30/05/2022

Y mientras el presidente justifica la presencia de grupos armados en control de territorios nacionales, la expectativa de vida de los mexicanos retrocede cuatro años.

Con motivo de la pandemia, la humanidad acortó por primera vez en 70 años su expectativa de vida y Latinoamérica trae los peores números.

Por publicación en El País, hoy se sabe que a México le ha costado cuatro años de esperanza de vida la pandemia por Covid-19. Tal es el cálculo de Patrick Heuveline, académico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

En su estudio, Heuveline estima que globalmente la esperanza de vida cayó en promedio dos años, un retroceso que no se había visto desde el año 1950.

Ese, señala, es el impacto demográfico causado por la crisis sanitaria durante 2020 y 2021: “Es una pérdida sustancial”, afirma en entrevista el investigador.

Pero el golpe, advierte, no ha sido igual para todos. Entre más de 98 países y territorios analizados, solo ocho perdieron cuatro años o más en este indicador y cinco de ellos están en Latinoamérica: México, Perú, Bolivia, Paraguay y Guatemala.

De acuerdo a sus cálculos, un mexicano tenía una esperanza de vida de 72.2 años en 2019; el umbral cerró en 67.9 años en 2021.

Una mexicana podía esperar vivir casi hasta los 78 años hasta 2019, hoy su expectativa es de 74.2 años.

La expectativa de vida es un cálculo de cuántos años se espera que una persona viva en promedio, si se toma en cuenta el año en que nació, su lugar de nacimiento y su sexo, así como otros factores demográficos, y si se asume que las condiciones de vida de un país no van a cambiar sustancialmente.

El indicador es sensible, por ejemplo, al acceso a la salud, la violencia o la pobreza.

"La ventaja es que se trata de un indicador que se ha estimado para prácticamente todos los países del mundo desde la Segunda Guerra Mundial o, incluso, en algunos desde hace 200 años”.

Heuveline es un investigador formado en Estadística y Sociología y usó para este parámetro el efecto que tuvo la pandemia en la supervivencia humana en comparación con otros eventos.

“Lo que es chocante es que la Covid-19 ha sido realmente una pandemia, en el sentido de que afectó a prácticamente todos los países”, apunta.

La epidemia de VIH tuvo un impacto notable, pero solo en algunas regiones del planeta. Las guerras y genocidios provocaron caídas en los lugares que los sufrieron. En siete décadas, sin embargo, no había pasado nada que rasurara a tal grado el tiempo que la humanidad esperaba vivir.

La disminución global de dos años en la esperanza de vida se puede entender como que las personas que fallecieron por coronavirus murieron en promedio dos años antes de lo que se pensaba.

“Otra forma de verlo es que es una medida de cuán prematuras fueron sus muertes”, afirma Heuveline.

Las tablas de mortalidad consideran la edad promedio de quienes mueren y cuántos nuevos nacimientos se registran cada año. Se asume que si la población crece a un ritmo estable y si el número de muertes también se mantiene, no habrá cambios considerables en cuánto se espera que una persona viva en promedio. Hay funciones matemáticas que permiten estandarizar estos datos para poder compararlos y ver solo el cambio en la mortalidad.

Durante la pandemia hubo un subregistro mundial de las muertes por SARS-CoV-2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que en 2020 y 2021 la crisis sanitaria causó, de forma directa o indirecta, más de 15 millones de muertes. Contrario a ello, hasta ese momento solo se reportaron 6.2 millones en los tableros oficiales de defunciones por coronavirus.

#TheBúnkerNoticias


El estudio de Heuveline considera el exceso de mortalidad, es decir, todos los decesos que no estaban contemplados en un país respecto al número promedio de muertes de los últimos años.

En México, el exceso de mortalidad es más o menos el doble que las muertes que oficialmente se reportaron por Covid-19”, indica el investigador.

Perú presenta el caso más severo, su indicador tuvo una caída de 5.6 años. El hombre peruano esperaba vivir poco más de 74 años en 2019, hoy su umbral se ubica en poco más de los 68 años.

En Guatemala el desplome fue de 4.8 años en ambos sexos. En Paraguay 4.7 años. En Bolivia 4.1 años.

El resto de los países que sufrieron caídas mayores a cuatro años están en Europa del Este: Rusia, Bulgaria y Macedonia.

Un estudio publicado el año pasado en la revista demográfica Genus de 10 académicos latinoamericanos, sugiere reducciones aún mayores en la esperanza de vida en la región: de 10.9 años en Perú, 7.9 años en Ecuador y 5.5 años en México.

Otras investigaciones ven los cambios en las diferentes regiones de un país. Víctor García, del Colegio de México, e Hiram Beltrán, de la UCLA, son de la idea que durante 2020 la caída de la esperanza de vida en México fue mayor en la capital, el norte del país y la península de Yucatán.

Para Heuveline "es legítimo preguntarse qué salió bien y qué fue un error, si las políticas públicas funcionaron o no”, tratándose del combate a la pandemia en los diferentes países, “pero tienes que ser muy cuidadoso”, agrega.

Los datos, explica, tienen que pasar por un proceso de estandarización para llegar a ser comparables y medir solo el efecto que se busca contrastar, pero más allá de los ajustes matemáticos, hay que darle vueltas a varios conceptos teóricos: qué momento es un buen punto de partida, con quién lo vas a comparar y, sobre todo, por qué.

La respuesta corta es que es complicado. “Puede ser injusto para algunos países que pueden tener cifras similares, pero no están en la misma situación”, dice el investigador.

Y más allá de los resultados está la causalidad: las hipótesis que surgen para explicarlos. “Hay sospechas habituales como la densidad de población, cuán heterogénea es, las condiciones de pobreza”, comenta, “pero realmente tienes que conocer las características de cada país para saber esto y quizá tengamos más respuestas en un futuro”.

Durante décadas, varios países entraron a la competencia de encabezar las listas de quién vive más. “Cuando la gente ha intentado medir el progreso, se le han ocurrido varias cosas, pero la esperanza de vida siempre suele aparecer”, sostiene Heuveline.

A grandes rasgos, se parte de la idea de que es difícil que una persona viva todas las cosas buenas de la vida, pero es aún más difícil que las viva si su vida es corta, comenta.

“Por eso, se toma como un indicador básico de qué tan bien va un país”, concluye.

Pero también está la idea de que no siempre vivir más es mejor, y así se creó el concepto de la esperanza de vida saludable. “Aunque normalmente a los países que les va bien en esperanza de vida, también les va bien en este otro”.

La esperanza de vida para el 2022 se ha reducido de forma considerable y es probable que muchos países superen el frenón y puedan volver a acelerar.

“La covid expuso las debilidades de nuestros sistemas de salud”, asegura Heuveline, “pero creo que para este año, a la mayoría de los países les ha ido mejor”.

Pero aún se desconocen los efectos de la Covid-19 en el largo plazo, su pronóstico es que la esperanza de vida en el mundo se recupere en los próximos años. La pregunta es cuándo y cuánto tardará en pasar. “Hasta este punto es solo una suposición”, concluye el investigador, “apenas estamos empezando a entender estos efectos”.

Con información de El País.

#TheBúnkerMX
#EsperanzaDeVida
#Heuveline
#Mexico
#Covid-19
#Pandemia
#Efectos
#TheBunker

#TheBúnkerNoticias


Notas Relacionadas