Pues Olga Sánchez Cordero será muy exministra, pero Jaime Bonilla, a pesar de sus sesudas argumentaciones, tuvo que abandonar su escaño en el Senado, tal y como lo dictó la Sala Especializada del Tribunal Electoral.

Hasta un pasante de derecho sabe que en materia electoral rige el principio de definitividad, dado que son procesos jurídicos que se ventilan en tiempos muy cortos. De suerte que, si bien, las resoluciones pueden ser revisadas, éstas se tienen que cumplir de inmediato, aunque después puedan ser modificadas y el perjudicado restituido en su derecho. Pero mientras ello sucede se cumplen.

Así, el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, dejó finalmente su escaño en el Senado, luego de que la presidenta de esa cámara legislativa, Olga Sánchez Cordero, recibió a principios de semana la sentencia de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que señala que toda vez que Bonilla optó por ser gobernador y no senador, ya no podía regresar, ahora, a la Cámara Alta.

Sánchez Cordero confirmó, de manera oficial, que el morenista Jaime Bonilla ya no es Senador de la República debido a que éste optó por convertirse en gobernador de Baja California, cargo que concluyó en 2021 y dejó vacante su escaño en el Senado.

“Acabamos de recibir, hace unos momentos, la notificación de la Sala Regional Guadalajara del TEPJF en donde resuelve que queda sin efectos la reincorporación de Jaime Bonilla Valdez al cargo de Senador de la República”, informó desde su cuenta oficial de Twitter Sánchez Cordero al principio de la semana. Pero alegó que ella solo era una especie de Oficialía de Partes y que serían otros órganos los que en su caso dieran cumplimiento a la sentencia.

Jaime Bonilla, además, se encuentra en medio de una investigación contra exfuncionarios de su administración debido al fideicomiso creado para pagar a la empresa Next Energy, que compromete participaciones federales.

El gobierno de Bonilla tiene varios escándalos abiertos: desde su enemistad con el exalcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, hasta la expropiación del Club Campestre, y más recientemente el Sistema Integral de Administración Escolar (SIAE) no encontró datos de él como egresado de una carrera, siendo que en muchas ocasiones presumió de ser “ingeniero” de la UNAM.

Además, continúan abiertas las demandas presentadas por el presidente del Partido Acción Nacional (PAN) de Baja California, Mario Osuna, en contra de Bonilla, las cuales son un Juicio Político y una Denuncia Penal.

La primera fue presentada ante la Cámara de Diputados Federal el año pasado, para que no pudiera obtener otros cargos públicos. La segunda se originó en enero de este año en la Fiscalía General de la República (FGR) por desvío de recursos.

Por lo pronto, el fuero que como senador gozaba, ya no lo protege más.

Pero, conociendo a López Obrador, es probable que le invente un cargo para sacarse la espina del TEPJF.


Con información de Excélsior.

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