Enrique Alanís
Colaborador Invitado

Las posturas públicas de las naciones frente al conflicto de Rusia y Ucrania no coinciden necesariamente con sus acciones.

Al momento, algunos países de Europa y diversas naciones de Medio Oriente, África y Asia, han evitado censurar las acciones de Rusia o, por el contrario, apoyar a los países del Occidente liderados por EUA, que continúa buscando formar un frente común. Entre algunos de los países que apoyan a EUA para sancionar a Rusia se encuentran Canadá, Japón, Gran Bretaña, Alemania, Corea del Sur, Singapur, Australia, Nueva Zelanda. En foros de la ONU, ya se reconoce la crisis humanitaria provocada por los ciudadanos de Ucrania que se han visto forzados a huir de su país por el conflicto, mas a su vez se equipara con situaciones similares que han sucedido en el pasado en Irak, Afganistán, Libia, o Siria. Algunos especialistas concluyen que, de momento, se ve lejano el escenario donde por unanimidad las naciones decidan aislar a Rusia, ya sea por su relación histórica, provisión de armamento o de energéticos, o dependencia comercial, que derive en un daño para los países. Además de China, India es otra nación con influencia significativa en Asia que no se ha pronunciado en contra de Rusia, sino que, por el contrario, se menciona que al igual que China, ambos están aprovechando para negociar con Rusia la disponibilidad de insumos energéticos en un futuro a un precio favorable, mientras que las naciones que sancionan a Rusia han decidido cesar su importación.

Mi análisis y prospectiva:

El conflicto ha servido para corroborar las verdaderas posturas de los países, más allá de simplemente comunicar argumentos frente a organismos internacionales, como la ONU, o como parte de su posicionamiento mediático.

Existen al menos cuatro posturas públicas que los países están adoptando y que van de un extremo al otro: apoyo a Rusia por sus acciones —por algunos contados países—, deseo y petición de negociaciones para alcanzar la paz, recriminar a Rusia por sus actos, y finalmente, actuar en consecuencia e implementar sanciones contra Rusia.

Solamente la última postura es vinculante, las demás constituyen una retórica sin consecuencia alguna.

El mundo se encuentra en un punto de inflexión, iniciando una transición para entender y adaptarse a un nuevo orden global multipolar. No existe aún claridad si el escenario final implica una ruptura radical entre potencias o un acomodamiento que acepta, sin represalias, la pluralidad de relaciones de los países que han decidido mantenerse neutrales.

Unirse a las sanciones y pronunciamientos de EUA y aliados implicaría enemistarse con Rusia y, quizá, hasta afectar la relación con China; la viceversa también implica distanciamiento de EUA y aliados.

Por lo anterior, es comprensible que diversos países continúen manteniéndose al margen, evitando arriesgar su relación con cualquiera de las grandes potencias económicas o militares. Mientras tanto, EUA tiene el gran reto de mantener su hegemonía y el orden global.

El desenlace del conflicto entre Rusia y Ucrania, la negociación entre las principales potencias, así como la nueva configuración de aliados y bloques definirán las nuevas condiciones.


Publicado en LFMOpinión.

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