Proceso, otra víctima de la 4T

lopezobrador.org.mx

Por: Redacción

• 09/04/2022

Y hasta Proceso resiente la transformación.

Sí, el histórico semanario Proceso, fundado por Julio Scherer García, quien debe estarse revolcando en su tumba, atraviesa uno de los peores momentos en su ya larga historia.

Desde hace meses demora el pago de las quincenas a sus empleados y colaboradores, y analiza vender activos en inmuebles para costear la crisis financiera.

Su problema es tener que achicar su planta de recursos humanos, dada la antigüedad de la mayoría son empleados con sueldos bien remunerados, al menos para el sector. En otras palabras, poder costear el pasivo laboral conforme la ley del trabajo.

El consejo de administración de la casa editorial analiza la venta de algunos inmuebles —se habla de una imprenta y de un edificio— para hacerse de recursos adicionales.

Parte de su crisis responde a que la transición al mundo digital nunca se concretó, a pesar de que el portal de Proceso tiene millones de visitas.

El problema, además, es comercial: la revista ya no se vende —todo el mundo consigue el PDF el sábado antes que circule la revista impresa— y ni siquiera con el precio de tapa se logran cubrir los costos laborales.

Pero también gravita en su crisis un problema político. Se sabe que la relación de Julio Scherer Ibarra fue siempre pésima con Jesús Ramírez, el vocero de Andrés Manuel López Obrador. Un vínculo marcado por acusaciones y señalamientos de forma permanente. El semanario nunca fue beneficiario top de la publicidad oficial, como ocurre como La Jornada.

Ramírez, además, nunca creyó que la revista era independiente a los intereses del consejero jurídico, algo que —ahora afirma el Vocero— se confirmó con la declaración exclusiva de Scherer y el testimonio de su director, Jorge Carrasco Araizaga en la portada de la revista.

Una víctima más de las mañaneras.

Con información de La Política Online.


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