Mujeres líderes, expertas y activistas se reúnen para construir la agenda de género de la CDMX
Por lo pronto Europa no le compró el boleto de dejar de comprar energéticos a Rusia, pero las demás sanciones continuarán.
Gage Skidmore from Peoria, AZ, United States of America, CC BY-SA 2.0 creativecommons.org/licenses vía Wikimedia Commons
En jornada maratónica Europa cerró ayer filas contra Rusia.
Bruselas se convitió ayer jueves en el gran teatro de Occidente: “el centro del mundo libre”, lo calificó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, poco antes de adentrarse en la sede del Consejo Europeo, donde la cumbre de los líderes de los Veintisiete tuvo verificativo con Joe Biden como invitado extraordinario.
Biden solicitó a sus aliados europeos seguir presionando a Moscú mediante un nuevo paquete de sanciones que acaben por asfixiar al régimen de Vladímir Putin. El objetivo en esta ocasión son las importaciones de energía rusa. Para ello, Biden ofreció a los europeos la presión contra Moscú en forma de gas natural licuado (GNL).
Así, dos de los debates más calientes de la UE —las sanciones y la energía— parecen condenados a juntarse.
La ciudad fue ayer un caos, los dirigentes se movían por una metrópoli atascada, surcada por caravanas de autos blindados y helicópteros para asistir a la reunión que los concitaba a parar cara a Putin en una especie de triple cumbre (OTAN, G-7 y Unión Europea) y coordinar los siguientes pasos de las represalias por la invasión rusa de Ucrania.
Con ello dieron inicio a la cuenta regresiva para el fin de las importaciones energéticas rusas, con Biden dispuesto a cubrir buena parte del gas consumido en Europa a cambio de un endurecimiento de las sanciones que podrían llevar a una ruptura casi total con Rusia.
“La idea de la unidad de Europa en su conjunto, no solo la OTAN, el G-7 y esta organización, realmente es lo más importante que podemos hacer para parar a este hombre, que en nuestro país creemos que ya ha cometido crímenes de guerra”, aseguró el presidente norteamericano acerca de Putin.
La intervención de Biden fue a puerta cerrada y en ella hizo referencia a las sanciones de la energía y llamó a la unidad y a no perder el momentum de las represalias contra Rusia, según fuentes consultadas.
También hubo un debate sobre el uso por parte de Rusia de armas químicas —uno de los posibles gatillos de un siguiente paquete de medidas contra Moscú— y se dedicó bastante tiempo a los refugiados, cuya cifra podría elevarse incluso a los 10 millones. En un comunicado conjunto de la Comisión y Estados Unidos, este país confirmó la propuesta de recibir hasta a 100 mil ucranios que huyan de la guerra.
Biden ha venido trabajando para que los aliados europeos se le unan en los siguientes pasos de represalias frente a Moscú, pero la UE parece reticente a seguir ese camino. Hasta la fecha se han aprobado cuatro paquetes de sanciones, algo que muchos países ya consideran un paso histórico y, para algunos, suficiente. De momento se ha atacado a empresas estatales y vinculadas a lo militar; se ha golpeado a la industria del sector bancario; se ha cercado a las élites rusas vinculadas al Kremlin y hasta prohibido los productos de lujo. Ya no queda mucho más margen hacia adelante.
El siguiente gran paso implicaría cerrar el grifo de las importaciones energéticas de Rusia, que le aportan unos 700 millones de euros diarios a sus arcas. La UE importa el 90% del gas que consume, del que Rusia proporciona más del 40%. Además, el 27% de las importaciones de petróleo y el 46% de las de carbón también proceden del vecino euroasiático.
Cerrar de un golpe el comercio de energéticos supondría un durísimo revés para Moscú. Y algunos países, sobre todo los del Este europeo, están dispuestos a darlo por lo cerca que sienten la amenaza rusa en sus fronteras. Pero el zarpazo podría volverse un bumerán para la UE y un buen puñado de países, con Alemania al frente, consideran que equivaldría a dispararse un tiro en el pie, porque se corre el riesgo de provocar cierres de industrias y agravar aún más un escenario ya de por sí complicado.
De momento, la unidad de los Veintisiete se encuentra cómoda en un escenario más tímido: profundizar en las sanciones ya existentes y cerrar posibles agujeros que haya encontrado Rusia para evitarlas.
Pero esa comodidad fue sacudida por Volodímir Zelenski, presidente ucranio, quien intervino por videoconferencia donde reconoció uno por uno los apoyo recibidos: entusiastas en el caso de Polonia o los países bálticos; “un poco más lento” en el de Alemania. Pero, Zelenski hizo un alto y excepción para con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán: “Hungría, quiero detenerme aquí y ser honesto de una vez por todas. Tienes que decidir por ti mismo con quién estás. Eres un Estado soberano. He estado en Budapest. Adoro tu ciudad. He estado muchas veces, una ciudad muy hermosa y muy hospitalaria. Y la gente, también. Has tenido momentos trágicos en tu vida. Visité su paseo marítimo. Vi este memorial... Zapatos en la orilla del Danubio. Sobre asesinatos en masa. (...) Escucha, Viktor, ¿sabes lo que está pasando en Mariupol? Mira esos zapatos y verás cómo los asesinatos en masa pueden volver a ocurrir en el mundo de hoy. Y eso es lo que Rusia está haciendo hoy”.
SIGUIENTE
“La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable...
Biden, reflexionará sobre sus posibilidades de reelección, bajo la nueva estructura del Senado, Congreso y...
El cambio en el orden mundial continúa liderado por el presidente Xi...
Unir dos naciones será uno de los retos principales y más complejos de Naciones...
La iniciativa privada a través de las empresas sostiene el dinamismo productivo de las naciones y requiere de...
Si el sector privado es obligado a mimetizar las animadversiones entre naciones, se corre el riesgo de limitar el...
China es ya el principal socio comercial de toda América Latina y el...
Aunque López Obrador dijo no saber de la visita, el gobierno norteamericano comunicó ayer que a invitación del...
Tras sufrir y padecer de una larga enfermedad grave, falleció el último dirigente de la extinta Unión de...
Los glaciales condenados a derretirse amenazan a Groenlandia con 25 centímetros más de nivel del...