Vigía de la Libertad
Colaborador invitado

Sigue el debate respecto a que si es moralmente válido abstenerse de votar el 10 de abril.

Tan solo dentro de la oposición hay dos posturas.

POSTURA A: “Debemos de ir a votar por el NO, podríamos ganar, sacar a AMLO o por lo menos manifestar nuestro apoyo al INE”. Este criterio tiene un buen numero de seguidores en la clase media y alta, aunque no es mayoritario en la ciudadanía, ya se estima que el 70% ni siquiera ira a votar (recordemos que la mayor parte de la población es de nivel socioeconómico bajo y popular y tiene otras cosas en qué pensar prioritariamente, además que un poco mas del 50% apoya aún a López Obrador.

POSTURA B: “Debemos evitar ir a votar, ya que le hacemos el caldo gordo a la estrategia del gobierno debido a que tienen el control clientelar de millones de votos con los programas sociales y los llevaran como acarreados a votar a favor de la ratificación, so pena de perder su apoyo (23.5 millones de personas y sus familias).

Ahora bien, ¿qué piensan López Obrador y sus estratega?': “Conviene que mucha gente vaya a votar, busquemos incluso llegar al 40% para que sea vinculante y logremos que por lo menos el 66% de los votantes sea a favor nuestro (2 a 1), para seguir diciendo que tenemos el apoyo mayoritario para seguir transformando México”.

Esta narrativa es la que está prevista en el Manual del Foro de Sao Paulo y puesta en práctica por Chávez, Maduro, Evo Morales y Correa. No depende para nada del INE.



La clave está en la POSTCONSULTA y ahí es donde la oposición puede ganar si, y solo si, deja que vayan a votar solo los fans y apoyadores de AMLO/Morena para que, aunque ganen con el 90%, obtengan una votación baja y quede en evidencia que la gran mayoría que NO fue a votar en la “RATIFICACION” son opositores.

Cuando uno entra en un juego de dados cargados sabe que va a perder, por ello tiene que salirse de esa cancha y pasar a otra donde tenga posibilidades. La única y verdadera votación clave es el 24 donde sí le podremos ganar por las siguientes tres razones:

1. Cada vez pierde más popularidad y estará en su peor momento por las estupideces que sigue cometiendo en perjuicio de la economía, la salud y la seguridad y que lastiman a las familias.

2. Porque Morena se está dividiendo; tienen conflictos de gran calado por la sucesión y el poder: Sheinbaum/Ebrard, Gertz/Scherer, Monreal/Delgado, etc.

3. El potencial de votos de una oposición unida seria aproximadamente del 60 por ciento. De tal forma que no es la consulta del 10 de abril la que podrá quitar a AMLO.

Evitemos caer en su trampa y ganemos la narrativa postconsulta preparándonos activa y organizadamente para la grande.


Publicado en LFMOpinión.

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