El discurso perdió la magia y no todo periodismo es la fuente de presidencia.

Ayer por la tarde en Oaxaca, el presidente de Morena, Mario Delgado, emprendió su discurso acusando a la prensa de obstaculizar su movimiento y al gobierno del presidente López Obrador, tomaba aire para continuar su perorata, después de llamarlos mercenarios, cuando los periodistas presentes le exigieron a gritos respeto.

“No es casualidad que ahora se lancen con todo algunos mercenarios de los medios de comunicación, que se hacen llamar periodistas, pero no son periodistas”, decía Delgado fiel a su guión y dispuesto a morir en la raya antes de abandonar la senda marcada desde Palacio Nacional, y decidido a imponerse a base del micrófono, lo que enardeció a los presentes quienes lo acallaron con gritos de fuera.

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Periodistas de #Oaxaca abuchean y reclaman al dirigente nacional de @PartidoMorenaMx, @mario_delgado, por referirse a la prensa como “mercenarios de los medios de comunicación”.@julioastillero @AristeguiOnline @lopezdoriga @sdpnoticias @Reforma @ELPINERO pic.twitter.com/MDsCh3n1Qp

— Zona Roja Oaxaca (@ZonaRoja_Oaxaca) March 5, 2022

Gritos que Delgado se ha venido acostumbrando a escuchar en sus reuniones al interior del país con la militancia morenista.

El presidente de Morena insistió en querer discutir el tema de la prensa, pero ya todo fue imposible.



No todos los periodistas en México son como los de la fuente de Palacio Nacional, dispuestos a permanecer estáticos durante un temblor bajo la orden de “sentados” de un responsable de Protección Civil que considera que lo seguro es no abandonar el sitio durante la alarma sísmica y esperar "sentaditos" y callados a que el temblor pase. Y ya sin temblor, entonces, desalojar el lugar.



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