Pausando la diplomacia

canva.com

Por: Redacción

• 10/02/2022

Y ahora, ¡la hermenéutica de la pausa!

La hermenéutica o interpretación de textos se hace presente en nuestras vidas y, “pausar o no pausar”, pausa nuestro asombro.

Aunque no las relaciones con España, que se convulsionaron al máximo.

Ayer el presidente, como quítame estas pulgas, la volvió a cargar contra España y de plano dijo que por él que se reanuden relaciones una vez que él se haya ido.

Luego aseveró que no era para tanto, que no se exagerara. El hecho es que pidió pausar las relaciones con el reino español por robos, explotaciones y maleficios a cual más.

Pero cual ultramarino le llegó la respuesta: José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, pidió explicaciones al presidente Andrés Manuel López Obrador, tras de que éste propusiera "hacer una pausa" en las relaciones con el Gobierno de España ,y también, con las empresas hispanas.

Pero el canciller español también advirtió que su “gobierno defenderá los intereses de España ante cualquier circunstancia y ante cualquier país”.

Perplejo, no podría ser de otra manera, indicó que verificará las palabras del presidente mexicano y, en su caso, preguntar a AMLO “qué es lo que ha querido decir con eso y cuál es el tenor oficial que le da a esas declaraciones”.

Desde Lyon, donde compartía reunión con los ministros de Exteriores de la Unión Europea, Albares declaró que las palabras de AMLO se dieron “en un contexto informal a la pregunta de un periodista, y, por supuesto, no suponen una posición oficial o comunicada”.

Señaló, sin embargo, que no se ha dado “ninguna traducción oficial” e insistió que España “no ha hecho ninguna acción que pueda justificar una declaración de este tipo”.

La relación entre España y México “es una relación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas o declaraciones puntuales”, sostuvo el ministro español.

Horas antes, en su mañanera, López Obrador planteaba pausar las relaciones entre México y España para evitar que vean a México como tierra de conquista, como ocurrió, dijo, en los últimos tres sexenios en donde hubo “promiscuidad económica”.

"Vamos a darnos tiempo para respetarnos, que no nos vean como tierra de conquista. Sí queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos, con todos los pueblos del mundo, pero no queremos que nos roben”, indicó desde Palacio Nacional.

Si bien reconoció que actualmente la relación con España no es buena, llamó “promiscuidad económica y política” la que se dio entre México y aquel país en los últimos tres sexenios con la llegada de empresas como Iberdrola.

“Ahora no es una buena relación y a mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara, para hacer una pausa que yo creo nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles… era un contubernio arriba, una promiscuidad económica y política en la cúpula de los gobiernos de México y España, pero como tres sexenios seguidos y México se llevaba la peor parte, nos saqueaban”, reprochó AMLO.

Y aquí algunos exponentes de la 4T se vieron también en la necesidad, como Albares, de explicar qué quiso decir el presidente: Olga Sánchez Cordero, en vez de pausarse, se perdió en que la pausa es pausa; Monreal interpretó que no era rompimiento de relaciones diplomáticas y el canciller mexicano se guareció a la sombra de la visita de John Kerry para escurrir el bulto.

Así López Obrador cumple su palabra sobre que la mejor política exterior es la interior y para paliar las llamas del Pemexgate en casa, incendia la relación con España. Aunque, ojalá, le pusiera pausa. A riesgo que el Quirino, embajador de México en España recién aceptado, no llegue nunca al cargo más difícil de la diplomacia mexicana en varias décadas.

#Con información de Político MX.


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