El INE mordió el anzuelo

lfmopinion.com

Por: Luis Farias Mackey

• 15/01/2022

Con una sentencia que dice que espere a saber si se juntan o no las firmas requeridas para llevar a cabo la revocación de mandato y, hasta entonces, proceder a solicitar formalmente la suficiencia presupuestaria necesaria a la Secretaría de Hacienda, quien deberá fundar y motivar su respuesta. Lo que el INE recibió, por parte de Gobernación y en una mañanera, es un ejercicio de ahorro hecho por las secretarías de Hacienda y Función Publica.

Ninguna de ellas fundando y motivando las atribuciones legales de su proceder y, al decir del propio INE, con poco conocimiento de las actividades electorales.

Seguimos de cara a un montaje de la política espectáculo.

Estamos frente al derecho de petición, que el gobierno está obligado constitucionalmente a responder, por escrito y en tiempo perentorio. Y, como su respuesta es un acto de autoridad, es decir, no es una carta de amigos, una poesía, un ensayo ni un cuento; se debe fundar y motivar los contenidos de su contestación.

En lugar de ello, ni por escrito, ni por quien debiera contestar (Hacienda), en una mañanera, del sombrero de mago del productor de las distracciones nacionales, se sacaron un ejercicio de austeridad para el INE.

Veamos las cosas en sus méritos. El INE, obligado por sentencia de autoridad competente, y conforme a derecho, ejerce derecho de petición a Hacienda porque no le alcanza el presupuesto asignado para cumplir, en sus términos, es decir, debidamente conforme a derecho, con la revocación de mandato.

Aquí habrá que aclarar que una cosa es una revocación de mandato y otra un montaje de revocación de mandato, porque se ha llegado a decir que hasta por una encuesta telefónica se podría llevar a cabo, haciendo caso omiso a la legislación nacional que determina con precisión cómo debe ésta llevarse a cabo.

En lugar de respuesta que de porqué sí o porqué no se le otorgan los recursos solicitados, dos autoridades hacen un ejercicio de austeridad, que nadie les solicitó, y una tercera, sin facultades tampoco para hacerlo, lo proclama haciendo querer ver que así ya se contestó.

Para efectos prácticos, la obligación de Hacienda de contestar no ha sido cumplida, el ejercicio de austeridad es un globo de Cantoya; los recursos necesarios no se entregan y ahora la discusión fue llevada a que los no supuestos ahorros señalados sería quitarle el pan de la boca al pueblo asistenciado por un gobierno clientelar.

Con esto último el gobierno muestra el cobre. En lugar de hacer lo que está obligado: responder fundando y motivando si da o no los recursos, acusa al INE de querer acabar con el gasto social —bienestar le llaman— del pueblo bueno. Ergo: el INE alinea con los enemigos del pueblo.

Presta, la Jefa de Gobierno, con una Ciudad desbordada de COVID y crisis adicionadas, se sube al ring y habla de gastos suntuarios, cuando —en su caso— ni siquiera le hicieron ejercicio de austeridad, simplemente la dejaron sin recursos para pruebas contra la pandemia, medicinas e identidad propia. Corcholata, le llaman.

El INE, sin embargo, mordió el anzuelo, y en lugar de reiterar respuesta formal a la autoridad competente de su solicitud de recursos, se pone a discutir sobre las inconsistencias del documento entregado: que si hay o no personal sindicalizado, que si son mil o no los cargos de dirección, etc.

Parecen nuevos. Todas esas inconsistencias fueron sembradas por el prestidigitador mayor en el documento como señuelos para que mordieran donde quería.

El INE se debió haberse concretado a reiterar formalmente su solicitud de respuesta a la autoridad competente, alegando que ésta podría caer en incumplimiento de sentencia.

Y agradecer el ejercicio de austeridad, deseando similares sobre las obras faraónicas y dependencias preferidas (Pemex y CFE) de la 4T.

Pero, ¡The show must go on!


Publicado en LFMOpinión.

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