Nacional


Salvar al jaguar

No todo está perdido. México logró revertir la extinción del jaguar repoblando en 800 animales tras el Censo Nacional de jaguares.

#TheBunkerNoticias | Salvar al jaguar
Por: Redacción
  • 11/11/2021

El Jaguar, animal emblemático de Mesoamérica y especie termómetro del estado de salud de los ecosistemas tiene ya, por primera vez en América, un Censo Nacional (Cenjaguar).

Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología, informó que el estudio, 'El jaguar' es precursor sobre el carnívoro más grande de los trópicos de América y uno de los pocos censos de los felinos más grandes del planeta: entre ellos, el león, el tigre y el leopardo.

En todos sus hábitats, desde el norte de México —antes desde el sur de Estados Unidos— hasta el norte de Argentina, el jaguar está en riesgo de extinción. Las poblaciones más grandes de jaguar habitan en la Amazonia —particularmente en Brasil, Bolivia y Ecuador.

En México la deforestación, la fragmentación y la perdida de su hábitat (selvas, bosques y manglares), han sido una de las principales causas del decremento de sus poblaciones, señala Ceballos.

La cacería también ha causado la pérdida de la población de este animal, sagrado para las culturas prehispánicas. Tanto por la caza furtiva, como trofeo o para tráfico de pieles, cráneos y dientes, como la caza de hembras para el tráfico de crías, o bien la mortalidad causada por ganaderos, que los matan por comerse a su ganado.

El enorme deterioro ocurrió por cacería entre 1940 y 1980 en México y Centroamérica. Tan solo en 1970 se embarcaron mil 500 pieles para “la moda en todo el mundo”. Y, aunque hay todavía caza furtiva, afortunadamente desde 1987 se prohibió la cacería en México.

También existe la cacería de subsistencia de otras especies para proveer de proteína a las poblaciones locales, lo que conlleva a que no haya suficientes presas de las que se alimente jaguar. En muchas regiones la cacería de subsistencia se ha tornado en negocio de venta de carne de animal de monte, como venado, tapir, pecarí y otros animales.

La población de jaguar ha sido mermada por igual por enfermedades que trasmiten animales domésticos. Los perros, al incursionar en la selva, pueden contagiarlos de enfermedades mortales como el moquillo.

El censo fue realizado con cámaras trampa sensibles al movimiento en dos etapas. La primera de 2008 a 2010, la segunda de 2016 a 2018.

Fue un esfuerzo de más de 10 años e involucró a científicos destacados como Heliot Zarza, de la UAM-Lerma; Marco Lazcano Barrero, de El Edén; Antonio de la Torre, del Instituto de Ecología de la UNAM y José González Maya, de Procat Colombia.

La población del jaguar a principios del siglo XX en México se estimó de 20 mil ejemplares, según investigaciones de Ceballos. Con la primera fase del censo se comprobó que el jaguar era una especie en peligro de extinción, toda vez que quedaban alrededor de cuatro mil.

No obstante, y para bien, la segunda fase mostró que la población aumentó en 800 ejemplares en 2018, llegando a cuatro mil 800 y que la especie aún se encuentra en casi toda “su área de distribución histórica”.

Los avistamientos de jaguar se dan, en la vertiente del Pacífico, desde Sonora hasta Chiapas, y en la del Golfo de México, desde Tamaulipas hasta Tabasco, así como en la Península de Yucatán.

La recuperación de la población y del área de distribución del felino sagrado es producto de ambiciosas acciones de conservación con la sinergia entre la UNAM, la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), las ONG e instituciones filantrópicas (por ejemplo, la Alianza WWF-Fundación Telmex/Telcel), científicos y conservacionistas, así como la población (campesinos y comuneros) de regiones donde aún hay jaguares como Calakmul, Campeche; la Selva Lacandona, Chiapas, y Chamela-Cuixmala, Jalisco.

La estrategia nacional para la conservación e incremento de la población del jaguar consta de varias acciones, como apoyar al gobierno federal para crear reservas naturales que incrementaron el área protegida.

Asimismo, se estableció un programa nacional llamado Pago de Servicios Ambientales, por el que por medio de la Conafor el gobierno federal paga a las comunidades rurales para incentivar la conservación de sus selvas, así como de las poblaciones de jaguares y de otros animales y plantas silvestres.

Por su parte, Amigos de Calakmul —Gerardo Ceballos forma parte de esta asociación— ha impulsado la conservación de selvas en esa región mediante el pago por servicios ambientales desde hace 20 años. Actualmente son más de 120 mil hectáreas bajo este esquema de conservación que, con las del gobierno federal, se suman alrededor de 250 mil hectáreas protegidas.

Los medios juegan un papel muy importante, tanto en lo nacional como en lo regional, con ellos se promovió al jaguar como una especie icónica de la historia de México y fundamental para la conservación de ecosistemas. En los últimos 15 años se logró colocarlo como la especie de fauna silvestre más conocida de nuestro país.

Ejemplo de ello es un cartelón, con mensajes en ocho idiomas locales (maya y náhuatl) y en español, para informar que el jaguar está en peligro de extinción y hay que cuidarlo. Además, en caso de pérdida de ganado por depredación se recomienda acudir a las autoridades para la reparación del daño a través del seguro ganadero.

Todas estas acciones de conservación ayudaron a la recuperación del jaguar y en 10 años se logró incrementar en un 20% su población en México. De cuatro mil pasó a cuatro mil 800 ejemplares.

Hoy, la meta es llegar a tener una población de ocho mil de esos felinos en la siguiente década.

Se trata de consolidar y crear nuevas reservas. Así, se promueve que la de Calakmul se incremente de 700 mil a un millón 200 mil hectáreas. También se trata de consolidar el fondo para el pago del seguro a ganaderos y el pago de servicios ambientales en unos dos millones de hectáreas.

Para la conservación del jaguar será clave conectar todos los corredores biológicos donde vive este animal y acabar con las causas de su mortalidad. Una de ellas son los atropellamientos de jaguares y de otras especies. Ya se trabaja en pasos de fauna en carreteras y vías de trenes.

Por último, es un imperativo vincular ciencia y conservación, porque la población seguirá creciendo y en consecuencia aumentará la demanda de alimento y de territorio. Y los efectos del cambio climático van a ser más severos.

Hay conservar al jaguar, no sólo por su importancia cultural e histórica en México —fue deidad del inframundo y guerrero jaguar en Mesoamérica—, sino principalmente porque su presencia es como un termómetro del estado de salud en que se encuentran bosques, selvas y otros ecosistemas que nos proporcionan servicios ambientales como agua potable y oxígeno, además de mitigar el impacto del cambio climático.

Los resultados de Cenjaguar, reportados los puedes encontrar en Plus One.


Con información de UNAM.MX.Oficial.


Publicado en LFMOpinión.

#TheBúnkerMX
#LFMOpinion
#LoDeHoy
#Jaguar
#Cenjaguar
#Mexico
#Extincion
#UNAM
#Conservacion
#TheBunker


Notas Relacionadas