Espiral


Abyección

Faltan tres años de gobierno aún. Critiquemos con acritud y objetividad. Reconozcamos el cambio. Dejemos a un lado la abyección y demos la oportunidad a López, a quien se minusvalora hasta en el nombre, para lograr resultados positivos.

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Por: Arturo Martinez Caceres
  • 25/09/2021

La Abyección es la podredumbre. A veces lo inclasificable, lo innombrable por caduco y repulsivo.

Foucault, por ejemplo, se refiere a la dignidad perdida del cuerpo social. Mientras Julia Kristeva, admirablemente incluye las correlaciones de poder y la forma como estas relaciones “funcionan” en el entorno de dominación, incluida la sexualidad y el propio acto sexual.

La indignidad en lo abyecto es consustancial a su naturaleza, por eso es intolerable la abyección en el ser y, desde luego, en las organizaciones sociales, llámense Estado o empresas.

En efecto, las personas físicas o morales somos por naturaleza sujetos y objetos de esa desventura. A contrario sensu, destacan las acciones y manifestaciones que significan el rechazo a lo abyecto. Y las más de las veces tienen en ambos casos nombre y apellido.

Las acciones ultrajantes o dañinas también son abyectas. Y de ahí su relación con lo humillante y con la corrupción, que ha constituido el calificativo de nuestras relaciones sociales en los últimos tiempos.

Ninguna necesidad la justifica, aunque a veces se plantee en axiomas extremos como “La Patria es Primero”. Y quede la interrogante entre todos: ¿Primero de qué o por qué? ¿Antes de resolver el dilema y conquistar la Independencia? ¿Para consolidar la unidad social o lograr la satisfacción de necesidades elementales? ¿De vacunar a todos? ¿O es sólo para justificar determinado comportamiento político y/o religioso? ¿Es la mística de un constructor social integrador, ante tantas diferencias y polarización? ¿O acaso como refugio retórico en la sierra guerrerense en álgida lucha por la Independencia frente a un auto nombrado emperador, como dijera el maestro Eduardo Blanquel?

En su último libro, A la mitad del camino, el famoso pejepresidente destaca: ‘"Se tiene una lista de 36 comunicadores que recibieron (del presupuesto), entre todos mil 29 millones de pesos entre 2013 y 2018… Joaquín López Dóriga, quien obtuvo en ese periodo más de 446 millones pesos; Krauze, 370 mil 858 millones; Aguilar Camín, 166 millones; Federico Arreola, 154 millones; Beatriz Pagés, 106 millones; Oscar Mario Beteta, 74.5 millones; Callo de Hacha, 59 millones; Raymundo Riva Palacio, 43 millones; Ricardo Alemán, 32 millones; Jorge Fernández Menéndez, 25 millones; Adela Micha, 24 millones; Roberto Rock, 23.9 millones; Pablo Hiriart, 22 millones; Rafael Cardona, 16 millones; José Cárdenas, 13 mil 500 millones, etc. (Véase www.compranet.com)".

¡Cómo no estar ‘ligeramente’ molestos con la 4T y escupir su abyecta inconformidad en columnas periodísticas, noticieros y programas de televisión, radio y comentarios en Twitter y demás redes sociales!

En efecto: el tema de la abyección es rico e ilustrativo.

Es un hecho abyecto haber incluido a López Obrador en los “vivas” tradicionales a los héroes de la Independencia en las ceremonias del Grito por parte de la cónsul de México en Turquía, por el aún gobernador de Baja California y la alcaldesa de Iztapalapa. Imperdonables muestras de sumisión y lambisconería.

Más ampliamente es abyecto el diario abuso a mujeres. Los feminicidios. La trata de personas. La violencia. El fanatismo religioso, político, partidario o, incluso, deportivo.

En el siglo pasado, por ejemplo, los alumnos de Heidelberg quemaron libros durante el nazismo. Y se experimentó con el cuerpo, el hambre y la vida de judíos, homosexuales, gitanos y otras minorías. Hoy, el joven estado de Israel, ha abusado de su poderío bélico y apoyo estadounidense abyectamente frente a sus vecinos palestinos. Los más modernos armamentos y equipos de guerra frente a insultos y pedradas.

Por su parte, en los EUA ha sido históricamente abyecto el trato a los negros y a otros grupos minoritarios, incluidos mexicanos y asiáticos.

Hoy la polarización es notable entre trumpistas que añoran el poder, junto con ciudadanos críticos de la administración Biden que desprecian sus actos desde el manejo de la pandemia hasta el apoyo a familias de menores recursos, el cambio climático que niegan, las políticas migratorias y las relaciones con el exterior.

Para muchos estadounidenses como europeos de viejas democracias, nada está bien en esta época difícil de pandemia.

Igual pasa en México, entre ricos, menos ricos y pobres. Entre gobernantes actuales y anteriores. En la distinta visión del país que queremos y podemos construir.

Más aún: en la historia de nuestro país ha sido abyecto también el trato discriminatorio a indígenas, negros y pobres.

Asimismo, es abyecta la figura histórica de Santa Anna, junto con la mayoría de exgobernantes de los tres niveles de gobierno, despreciados por el pueblo, a pesar de estatuas y homenajes oficiales en discursos, nombres de calles, avenidas y plazas cívicas.

Es abyecto también no reconocer el cambio de gobierno actual y los logros de la presente administración, bien distinta de las anteriores, con amplios avances de beneficio social. Con el manifiesto propósito de acabar con la corrupción y la impunidad.

Cabe, sin embargo, reconocer defectos como la variopinta parlanchina expresión mañanera y el hecho de que las buenas intenciones son mejores que las realizaciones por la obvia limitación de recursos financieros, el nivel de desarrollo y la dependencia externa.

Hoy todos pagamos impuestos, hasta los mandones, que ahora lo hacen, aunque a regañadientes y con publicitada renuencia.

Hoy es otra la política de Pemex, que insiste en dejar de exportar petróleo e importar refinados con mayor valor agregado.

A la mayoría de los apasionados críticos, como dijera seguramente por experiencia propia el expresidente Peña, "ningún chile les embona". El odio y la abyección invade su ser de cabo a rabo. Y en vez de unir, sirven a la polarización, lo que desprecian y critican de las mañaneras.

Tampoco es menor el despropósito de igualar el régimen talibán a la AMLO Transformación. No solo es una falsedad, sino desinformación y lágrimas nostálgicas de privilegios pasados o franca estulticia.

El caso de la reunión reciente de la Celac es icónico. Para algunos nada estuvo bien, ni siquiera el reconocimiento que todos los invitados, sin excepción, hicieron al actual gobierno de México, hasta el ‘insustancial’ discurso de bienvenida, cariñoso y breve de la esposa del presidente, la señora Beatriz, diferente de las primeras damas de gobiernos anteriores, como la señora Gaviota, por ejemplo.

En la susodicha reunión todos los gobernantes o sus representantes tuvieron la oportunidad de decir de su ronco pecho. Incluso los de Venezuela y Nicaragua cuya responsabilidad por su elección o mandato corresponde únicamente a los nacionales de esas dos naciones y que a mí parecer como gobernantes son ciertamente deleznables.

Incluso ellos estuvieron y antepusieron a las críticas de sus pares, la necesaria-utópica unidad latinoamericana y del Caribe, ante la torpeza y abyección de la OEA y sus dirigentes actuales que parecen seguir a rajatabla instrucciones estadounidenses.

El caso de Cuba debe de medirse en el marco del bloqueo y embargo que ha sufrido la isla y que ha significado pobreza y limitaciones para su población.

Faltan tres años de gobierno aún. Critiquemos con acritud y objetividad. Reconozcamos el cambio. Dejemos a un lado la abyección y demos la oportunidad a López, a quien se minusvalora hasta en el nombre, para lograr resultados positivos para la Patria. Aquí sí, primero ella en este proyecto de Transformación.

Total, los X’s y demás opositores orgánicos o inorgánicos, esbozados o descubiertos e independientes pudieran organizar su partido más allá de PANVOX y Prialito para proponer otro proyecto de gobierno.

Y digo más allá de los dos anteriores porque están cerca de la chilla, incluso a pesar de seguir recibiendo limosnas de la embajada estadounidense en México, proveedores quienes, desde luego, se frotan las manos de contento, en tanto que la administración Biden no parece tener intención de contestar la carta presidencial solicitando interrumpir el apoyar a la oposición.

En fin, todo indica que cuando menos hasta la siguiente elección presidencial, la abyección será la conducta dominante, más aún en graves tiempos de confrontación e intolerancia.

¡A ver quién gana… aunque el conjunto pierda!


Publicado en LFMOpinión.

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