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No somos peleles de nadie, protegemos a migrantes: AMLO

Para López Obrador, en los enfrentamientos entre migrantes centroamericanos y del Caribe, y la Guardia Nacional e INM, se respetan Derechos Humanos, no hay represión, ni la política migratoria responde a intereses estadounidenses.

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Por: Redacción
  • 09/09/2021

Para López Obrador, "no aceptamos presiones de ningún gobierno soberano y somos más libres que nunca”. La política migratoria “no es porque estemos de peleles o de empleados del Gobierno de EUA, es que estamos poniendo orden y ayudando, protegiendo".

Las escenas, no obstante se suceden sin descanso y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) registra un fuerte incremento de solicitudes de refugio.

El historiador Lorenzo Meyer, padre del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, en un reciente artículo acusó al Gobierno Federal de un doble discurso: por un lado, envía ayuda a Haití y, por el otro aquí se reprime a sus migrantes. En respuesta, el presidente, en su mañanera, argumento: "Su conclusión es, ¡qué fuertes deben ser las presiones de Estados Unidos hacia México! Le digo a mi maestro que nosotros no nos dejamos presionar por ningún gobierno extranjero".

Meyer, junto con muchos otros, se refiere a las crecientes presiones migratorias en Tapachula, ciudad fronteriza de Chiapas con Guatemala, donde se han concentrado miles de migrantes en espera de resolución por la COMAR sobre sus solicitudes de refugio.

Éstas, las solicitudes alcanzan ya niveles récord. Para agosto pasado rebasaron ya en 10% las presentadas durante todo el año pasado.

Andrés Ramírez Silva, titular de COMAR, informa que en los primeros ochos meses del 2021 se han contabilizado 77 mil solicitudes de refugio a nivel nacional y, de ellas, el 70% se concentran en la ciudad chiapaneca de Tapachula. Según sus cálculos, las solicitudes habrán de rebasar las 110 mil al cierre del año. De migrantes hondureños son más de 26 mil solicitudes, seguidas por haitianos, población que tan solo este año ha triplicado su presencia en el país.

El procedimiento de refugio, explicó Ramírez Silva, no es sencillo, requiere de tiempo y deliberación, pero, mientras ello sucede, los migrantes, sin posibilidades laborales, terminan en condiciones de calle en la ciudad fronteriza, lo que, a su vez, incrementa el descontento en la población nativa.

En días recientes se han repetido y viralizado una serie de acciones violentas en contra de migrantes, como cuando un elemento de la Guardia Nacional pateó la cabeza de un hombre haitiano en el suelo o cuando un agente del Instituto Nacional de Migración (INM) fue captado empujando a una mujer hondureña.

Es ante ello que el Presidente viene haciendo una enérgica defensa a su política migratoria, asegurando que ella responde a la protección de los migrantes ante la amenaza de la delincuencia organizada en su tránsito al norte del país.

"Estamos buscando que permanezcan en respaldo, que no les pase nada aquí. Pero ellos lo que quieren es llegar a Estados Unidos. Es un asunto que va a tratar Marcelo Ebrard, en el diálogo que sostenga en Washington este jueves y nosotros a ayudar en todo lo que podamos".

Para él, las acciones de contención en México de migrantes no responden a intereses externos: "No aceptamos presiones de ningún gobierno soberano y somos más libres que nunca, entonces sí tenemos esa situación que nos preocupa, que estamos ateniendo, pero no es porque estemos de peleles o de empleados del Gobierno de Estados Unidos es que estamos poniendo orden y ayudando, protegiendo", dijo el Presidente.

A diferencia de la política de puertas abiertas, invitaciones a encontrar trabajo en México y la otrora secretaria, Olga Sánchez Cordero, recibiendo a migrantes norteamericanos en la misma frontera de Tapachula, la actual política migratoria de la 4T mostró un palpable giro tras las presiones del expresidente Donald Trump. Por ello, al inicio de esta administración, el gobierno de López Obrador inició una serie de cambios en el INM e incrementó las visas humanitarias, no obstante, tras las amenazas comerciales del gobierno trumpista, se limitaron estas acciones y dio comienzo una mayor vigilancia en la frontera sur, reforzada luego con la naciente Guardia Nacional. Medidas que hoy se sostienen, si no incrementan, no obstante la llegada de Joe Biden.

Con información de La Política Online.

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