Se les pasó avisar a Guatemala y entregan deportados en cruces sin control

Marc CAT

Por: Redacción

• 19/08/2021

Guatemala reclama a México y a Estados Unidos por la deportación sorpresiva de migrantes centroamericanos sin los controles necesarios de migración y bioseguridad sin aviso alguno.

Recordará usted que tras la Consulta Popular tuvo lugar una llamada telefónica entre la vicepresidente norteamericana y el presidente mexicano. Al día siguiente llegaron a México los más altos funcionarios de seguridad de Estados Unidos y se entrevistaron con Ebrard y López Obrador. De aquí, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, viajó a Texas a revisar cruces fronterizos y allí anunció que se incrementarían las deportaciones a Chiapas, para dificultar a los deportados su reingreso inmediato a Estados Unidos.

Ello obedecía al incremento de cruces ilegales en el mes de junio y Mayorkas declaró que el tema había sido tratado con López Obrador la noche anterior.

Hoy se sabe que nadie le avisó de ello a Guatemala que sostiene, con información de Reforma, que "la cancillería de Guatemalaha solicitado información oficial a México y a Estados Unidos sobre estos movimientos migratorios irregulares", según un comunicado oficial.

Los movimientos migratorios se han registrado en el paso fronterizo El Ceibo, en Petén, a 550 kilómetros al norte de la Ciudad de Guatemala. El cruce presenta escasa presencia del Estado y hasta él han llegado decenas de autobuses con migrantes, muchos de los cuales fueron devueltos en aviones desde Estados Unidos a Chiapas, México, y luego enviados por carretera a Guatemala.

La Cancillería de Guatemala informa en un comunicado oficial que la única información que han recibido ha sido a través de la prensa y que los deportados responden a diversas nacionalidades.

Haydi Consuelo, guatemalteca con 23 años de edad, logró llegar a Estados Unidos cruzando por Texas con un hijo en brazos. Planeaba hallar a su esposo y hermano, quienes migraron antes que ella. Las autoridades norteamericanas le dieron esperanzas de dejarla permanecer, pero “de repente nos subieron a un avión y (fuimos) deportados” a México”, explica. Al llegar los trasladaron en camiones a Guatemala, cruzando sin papeleo ni control sanitario alguno, junto con algunos hondureños que fueron dejados del lado guatemalteco.

Guatemala reclama, además, que los pasos autorizados para las deportaciones son el Salón de Retornados en el aeropuerto de la capital, vía aérea, o la frontera de Tecún Umán, vía terrestre, ubicada a unos 300 kilómetros al suroeste de la capital, donde hay infraestructura para recibir personas.

Al cierre de ayer, la cancillería mexicana no había expresado nada al respecto, ni de lo declarado por Mayorkas, ni por parte de su homologa guatemalteca.

Parece que Ebrard no solo tiene problemas en las áreas culturales de su Secretaría.


Con información de Reforma.


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