Si algo puede ser desesperante y frustrante es que las personas, las cosas o los servicios no funcionen, es decir, que no sirvan para lo que fueron creados o diseñados. O que se descompongan a cada rato.

Hace un par de meses tuvimos una elección intermedia que parecía no tendría efectos mayores en nuestro futuro, los mexicanos estamos infelizmente acostumbrados a una democracia disfuncional, donde votar es una obligación de los ciudadanos, pero no crea un compromiso en los gobernantes.

El ciclo de la “democracia real” en nuestro país, al menos en lo referente a la alternancia del poder, se inició tan tarde como el año 2000, con Vicente Fox, este presidente terminó en una de las peores desilusiones que recuerda este país, siguieron la misma ruta de esperanza-frustración Felipe Calderón y Enrique Peña, que con una frivolidad e indiferencia inimaginables, creó las condiciones para que, con el respaldo de la mayoría de los mexicanos, llegara al poder el presidente López Obrador.

No pocos ciudadanos de las clases medias y de las más favorecidas del país votaron por él, la expectativa era verdaderamente enorme; ¿se está cumpliendo ésta? ¿O estamos ante un nuevo ciclo de desilusión? Creo que ni la una ni la otra, para asombro de no pocos, parece que al fin estamos madurando en términos democráticos.

Las consecuencias de la elección intermedia nos están dando muchas sorpresas, que depende de la óptica chaira o fifí que se decida tener, veamos:

Los primeros sorprendidos (y poco felices) fueron el presidente y Don Mario Delgado, que vieron tras le elección, esfumarse sus sueños guajiros de convocar a un Congreso Constituyente 4T, no tener que negociar nunca más con nadie y hacer lo que les viniera en gana: apropiarse del poder Judicial, del INE, de Banxico y un larguísimo etc.

La siguiente sorprendida fue Doña Claudia Sheinbaum (el ojo chiquito del mero-mero), a quien los electores clasemedieros de la CDMX le dieron una lección de democracia urbana como no se la imaginó en su vida. La jefa de gobierno, ya investida de corcholata morenista nos avisa que, sin ningún ánimo electoral (¡mal pensados¡) la imagen de la CDMX será igualita que la de todos los programas de Bienestar y que para darle gusto pleno al Tlatoani en turno, viviremos ahora en la CDMX Tenochtitlán.

A Don Ricardo Monreal, Senador y Gobernador sempiterno de Zacatecas, la intermedia le dio dos sorpresitas; la pérdida del registro de “Fuerza por México” (partido en sociedad con Pedro Haces) y el arrimón que le dio Don Andrés al no considerarlo digno de ser corcholata electoral. Este prócer no se arruga tan fácil, y seguramente lo veremos o en la boleta de la Grande o en la de Jefe de Gobierno, no sé si ganará, pero de que se lanza, ¡se lanza! (por cierto, Monreal le va a recetar a la consulta de revocación de mandato una serie de modificaciones que van a poner los nervios de punta en Palacio)

La elección intermedia fue una de las múltiples causas por las que la consulta popular fue punto menos que un desastre, y la sorprendida en este caso fue Doña Beatriz Müller de López, quién no pudo votar para ver a los expresidentes desfilar humillados por la vía pública de Tenochtitlán. La esposa del presidente no es corcholata electoral (aún), pero eso no significa que no guarde la esperanza de darnos una alegría y prolongar su estadía en Palacio Nacional otros seis añitos, si en Argentina los Kishner pudieron, ¿por qué aquí los López no?

Cuando los presidentes de la Corte y el TRIFE vieron los resultados de la intermedia, les quedó claro que su suerte y su futuro habían cambiado súbitamente. Zaldívar, raudo y veloz (y antes de que sus pares lo echaran) decidió no aceptar el mega regalo del presidente y salvar los trastes con algo de dignidad. El segundo, el magistrado Vargas (billetes), no le fue tan bien, y eso que era súper cercano a Palacio y a sus órdenes, el resto del TRIFE, cansados de verse lacayos del Poder Ejecutivo, despidieron a Vargas, al cual, le salió barato el despido, pues sus actos de corrupción son escandalosos.

Y como no hay dos sin tres, pues el TRIFE le revocó a MORENA tres diputaciones federales a favor del PAN, además de las elecciones extraordinarias en varios estados de la República, lo que está poniendo en serios aprietos al ya casi muerto, Mario Delgado y MORENA.

El domingo pasado en La Laguna, el presidente tronó contra el Poder Judicial, y les puso una repasada de órdago; conservadores, traidores y otras lindezas. La respuesta se verá en los hechos, le seguirán paralizando cuanta iniciativa u obra tenga en proceso. Total, el país está para eso.

Del lado de los sorprendidos fifís hay muchos: Don Lorenzo Córdova del INE; claro están los expresidentes (y la Mafia del Poder, la MAPO); un centenar o dos de periodistas agraviados un día sí y otro también desde la Mañanera. También y sonriente, está Marcelo Ebrard que pasito a pasito, y en su papel de corcholata Perrier, va viendo cómo se le van dando las cosas. Y, por último, decenas de millones de clasemedieros arribistas, culpables de ser gente esforzada y con aspiraciones intelectuales. ¿Qué estarían pensando?

Los partidos políticos están algo más que sorprendidos, están felices de ver cómo Don Andrés va mordiendo su propio anzuelo y, así, sin hacer mucho esfuerzo, ven venir el 2024 a modo.

Sarcasmo aparte, la elección intermedia ha cumplido con creces su función democrática: freno al poder público cuando este no gobierna para todos, respeto a la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Conservación de las instituciones de la República y sin duda no prostituir a la democracia a punta de consultas a modo y sin sentido.

¡Viva la Democracia! (la funcional).

-Francisco Graue, colaborador Invitado

Texto publicado originalmente en LFMOpinion.

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