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La peor inundación en 1000 años

Zonas importantes de Alemania han sido devastadas por inundaciones no vistas en mil años. Una atmósfera sobrecalentada con efecto invernadero por emisión de gases no puede contener mucha humedad, de ahí las mayores precipitaciones y su mayor poderío.

#TheBunkerNoticias | La peor inundación en 1000 años
Por: Redacción
  • 16/07/2021

Una inundación así no se había visto en más de 1,000 años y las alarmas llegaron muy tarde, levantando cuestionamientos sobre la eficiencia del Sistema de Inundaciones en Alemania que, al momento, ha cobrado ya 100 vidas.

Con información de The New York Times, sabemos que dos días antes rodaba el agua desde la Alemania oriental y una agencia del clima europea alertaba sobre una “extrema” inundación, tras mostrar detallados modelos de tormentas que amenazaban con llevar a los ríos a niveles nunca vistos en 550 e, incluso, 1,000 años, como lo confirmó finalmente el meteorológico alemán.

El viernes los peores escenarios se confirmaban con precisión devastadora: más de 100 muertos y mil 300 desaparecidos. Villas enteras se inundaban en cuestión de minutos, levantando dudas sobre los lapsos de alarma contra inundaciones del sistema alemán.

La gran mayoría de las víctimas en las vastas áreas afectadas fueron sorprendidas sin previo aviso cuando las plácidas aguas se tornaron en torrentes que arrastraban consigo todo a su paso, carros, casas, puentes, personas, animales; prácticamente todo bajo su curso.

Grandes socavones se tragaron casas, las calles perdieron su trazo, los carros fueron arrastrados cual paja en agua hasta terminar apilados corriente abajo. Las casas que permanecen en pie cambiaron enceres por lodo y desechos.

Todo fue muy rápido. Tratabas de hacer algo y ya era demasiado tarde”, dijo un residente de Cshuld a la televisión pública alemana ARD, tras que el Río Ahr se desbordó desgarrando las casas de madera a su rivera y llevándose los autos como juegos de baño en tina.


Los aguaceros sufridos en Alemania son la prueba más clara del cambio climático en razón del calentamiento global por la emisión de gases a la atmósfera. Los estudios muestran que estos fenómenos son cada vez más frecuentes por una simple razón: una atmósfera caliente no puede contener mucha humedad, generando, como consecuencia, más lluvias y más poderosos.

Ahora bien, no obstante que estos fenómenos climatológicos extremos se suceden incrementalmente alrededor del globo, como los fuegos fuera de control en Estados Unidos, o los huracanes en el Caribe; las inundaciones vistas en Alemania, Bélgica, Suiza y Países Bajos esta semana son prácticamente inauditos, según los meteorólogos germanos.

“No debiera haber tantos muertos por estos eventos”, según parecer de la Dra. Linda Speight, hidrometeoróloga de la Universidad de Reading en Gran Bretaña, quien estudia cómo operan las inundaciones. Ella acusa pobre comunicación sobre el alto riesgo que se corría lo que contribuyó a un número significativo de vidas perdidas.

Hasta ahora la catástrofe no ha sido aprovechada por los políticos alemanes politizando la calamidad, la Canciller, Angela Merkelplanea visitar la zona siniestrada del estado de Rhineland-Palatinate, tras su regreso de Washington.

No obstante, este tipo de desastres naturales son una mácula que en el pasado han alterado los equilibrios políticos en temporadas electorales como ésta que transita.

El líder conservador del North Rhine-Westphalia, Armin Laschet, quien aspira a suceder a la señora Merkel en las elecciones del próximo 26 de septiembre, dijo en conferencia este viernes: “Nuestro Estado está experimentando una catástrofe de inundaciones de escala histórica. Tenemos que hacer al Estado más a prueba de cambios climáticos”.

Laschet tiene su mayor reto ante el ambientalista Partido Verde, por eso propone “hacer a Alemania climáticamente neutral y hacerlo rápido”.

Aún así, cuando la inundación remita, él y Merkel tendrán que enfrentar cuestionamientos del porqué Alemania no estaba mejor preparada para enfrentarla.

Autoridades alemanas dijeron el viernes que su sistema de alarma, que incluye un entramado de sensores que miden los niveles de ríos en tiempo real, funcionó sin problema, pero la precipitación de agua fue algo nunca visto, congestionaron de inmediato hasta a los pequeños riachuelos y ríos no considerados peligrosos.

Para Uwe Kirsche, vocero del sistema climático alemán, los recientes eventos no tienen parangón con inundaciones en los últimos 100 años, y sostiene que, quizás, ni en los últimos 1000.

“En estos pequeños ríos nunca se había experimentado nada semejante —sostiene Kirsche—. Nadie pudo estar preparado, porque nadie esperaba algo así”.

El jueves, Felix Dietsch, metereologísta alemán, alertó en YouTube que posiblemente áreas del suroeste alemán pudieran recibir “inimaginables volúmenes de lluvia”, superiores a los 70 litros o más, que podrían colmar una superficie de un metro cúbico en unas cuantas horas.

El Servicio Meteorológico asignó el código purpura, el de las más extremas tormentas, a las regiones de Eifel y Mosel. Estos fueron algunas de las alertas que el Sistema Climatológico transmitió por Twitter y otros medios temprano esta semana, incluso a través de estaciones oficiales estatales y locales, departamentos de bomberos y policía.

Aún así el agua creció más rápidamente a niveles nunca previstos y las respuestas comunitarias resultaron insuficientes y, en otros casos, no llegó alerta alguna sorprendiendo a poblaciones enteras.

En descargo de la autoridad, un vocero del área responsable del monitoreo de inundaciones y sistema de alertas de Rhineland-Palatine, sostiene que todas las alertas fueron recibidas del sistema meteorológico y transmitidas a comunidades locales conforme plan. Pero lo demás no está del todo claro.

En la villa de Münsch, donde se juntan los cauces de los ríos Ahrs y Trierbach, Michael Stoffels, de 32 años, dice que él no recibió alerta alguna del gobierno, pero un vecino le aviso de posible crecida de aguas desde el miércoles. Como pudo preparó su casa para salvar lo más posible de los cuatro metros de agua que la inundó.

No obstante, la villa de 220 habitantes fue devastada por un golpe de lodos, a grado tal que Marías Vázquez para el viernes estaba sin electricidad, agua y cobertura de celular.

Los márgenes de los ríos quedaron devastados y llenos de carros arrumbados y árboles arrancados de sus raíces, en tanto que las otrora calles o están en ruinas o colmadas de lodo.

Vázquez, quien trabaja en un taller mecánico, comenta “que muchos carros fueron chocados y aplastados”. Si bien, “trabajo con carros y esto es muy triste, sólo espero que la gente este OK”.

Cruzando la frontera con Bélgica, se confirman, por voz del Primer Ministro, Alexander De Croo, 20 fallecidos y otros tantos desaparecidos, a este viernes, calificando las inundaciones como “las más desastrosas que nuestro país haya conocido jamás”.

Las aguas elevaron los niveles de los lagos a lo largo de Suiza y sus afluentes a los Países Bajos, dejando miles de casas sin energía y bajo el agua en Valkenburg, Holanda, si bien ningún país europeo tuvo los daños reportados en Alemania.

Medard Roth, munícipe de Kordel, en el estado de Thineland-Palatine, salió en defensa del sistema de alarmas que en su comunidad activó la respuesta contra las inundaciones del Río Kyll cuando se acercaban con niveles alarmantes. Pero, aún así, la rapidez con que creció la venida sobrepasó las medidas tradicionales.

“Desde la tarde del miércoles, a las 3:00 p.m., el Departamento de Bomberos de Kordel tomó las medidas correspondientes —dice Roth al periódico alemán Bild—, para las 6 p.m. todo estaba bajo el agua. Nadie pudo predecir esto”.

La Ministra de Medio Ambiente del estado North Rhine-Westphalia, Ursua Heinen-Esser, sostuvo en una presentación Online este viernes, que los niveles de agua alcanzaron “cotas nunca antes registradas”.

El Sistema de Alarma Alemán deja a las autoridades locales la decisión de las medidas a tomar, bajo e criterio de que ellas están mejor informadas sobre el terreno local y cuales propiedades y personas corren mayor riesgo a los márgenes de los afluentes.

En algunos casos parece que las alarmas funcionaron a tiempo. Por ejemplo, en la Ciudad de Wuppertal, en el valle dividido por el Río Wupper, el Comité de Crisis incluye a la policía, al Departamento de Bomberos, a las autoridades de la Ciudad y con ayuda de los medios de comunicación locales urgieron a la gente a prepararse y permanecer en sus casas.

El jueves temprano, pasada la media noche, sonaron la alarma, como se escuchaban en la Segunda Guerra Mundial, alertando a la población de concentrarse en los pisos altos de sus viviendas, o bien a evacuar, en caso necesario.

Los daños en Wuppertal fueron sobre propiedades, pero sin pérdidas humanas, asegura Martina Ackerman, vocera de la ciudad.

Pero en otros lados las alertas no fueron tan oportunas.

En Ahrweiler distrito de Rhineland-Palatine, las autoridades regionales lanzaron el primer aviso a los vecinos asentados a los márgenes de ríos, cuando la inundación ya alcanzaba los 3 metros y sólo hasta 3 horas después que se declaró el estado de emergencia.

Para entonces, quienes pudieron, habían alcanzado los niveles superiores de sus hogares; quienes no murieron. Como el caso de 12 personas discapacitadas en una casa de asilo en Sinzing, que jamás fueron alertados ni auxiliados en la planta baja donde la muerte los cobró ahogándolos.

“La alerta llegó —afirma Kirsche del Sistema Climatológico Alemán—, la pregunta es ¿por qué la evacuación no se llevó a cabo antes? Eso es algo que tenemos que pensar".

Con información de Malissa Eddy, Berlin; Jack Ewing, Frankfurt; Megan Apecia, Lóndres y Steve Erlanger, Münsch, todos de The New York Times.


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