Becarios 1, CONACYT 0

Pendiente

Por: Redacción

• 12/06/2021

El tema de fondo es dónde empieza y dónde acaba el bienestar, si éste y sus políticas públicas deben de estar confinadas a ciertos programas y cálculos políticos, o cruzan horizontalmente a todas las franjas y actividades de la sociedad.

En otras palabras, si las políticas públicas a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) son antielitistas, si se deciden bajo categorías de neoliberales o transformistas y, peor aún, si están ajenas a la justicia mexicana.

Repetimos, tal es el fondo que corresponderá a la justicia desentrañar, por lo pronto, en nota de Gustavo Castillo de La Jornada, nos enteramos que el Juzgado Décimo de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México concedió una suspensión provisional dentro de un juicio de amparo para que la Junta de Gobierno del CONACYT mantenga vigente el otorgamiento de becas a investigadores y científicos de universidades privadas.

Como se sabe, las políticas de austeridad del lopezobradorismo dejaron caer su afilada guillotina sobre las becas a estos investigadores por razones más ideológicas que científicas o económicas. Contra ello los becarios acudieron a la vía de amparo y el juzgado, en uso de sus facultades y con miras a que el acto de autoridad impugnado no cause en su aplicación un daño irreparable a los quejosos, en tanto el juzgado resuelve el fondo del litigio, ordenó a CONACYT dejar en suspenso dicha medida de austeridad.

En pocas palabras: “para que los investigadores quejosos de las instituciones privadas puedan seguir contando con los derechos y beneficios de que gozaban hasta antes de la expedición de las normas”, con fecha del 20 de abril pasado.

El expediente de amparo 726/2021 fue interpuesto por la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior en contra del Consejo (CONACYT).

Consejo al que el juzgado emplazó a rendir su informe previo dentro del procedimiento de amparo y citó a las partes a la audiencia incidental para este 22 de junio.

El amparista busca anular el Acuerdo que reforma el Reglamento del Sistema Nacional de Investigadores y a su solicitud de justicia el juzgador resolvió incidentalmente, es decir, en tanto conoce y resuelve el fondo del asunto, que “se concede la suspensión provisional de los actos reclamados solicitada por los quejosos para el efecto de que las cosas permanezcan en el estado en que se encontraban, es decir, para que los investigadores quejosos de las instituciones privadas puedan seguir contando con los derechos y beneficios de que gozaban hasta antes de la expedición de las normas controvertidas”.

Esta suspensión protege a más de mil 600 becarios investigadores y científicos, de más de 100 instituciones de educación superior. Se sabe que, además de este amparo, existen interpuestos por lo menos otros 13 impulsados por algunas universidades y un número desconocido interpuesto por personas físicas agraviadas por el acto de autoridad sujeto ahora a la revisión constitucional de la justicia federal.

Sobra decir que no solo los investigadores becarios se verán beneficiados por esta suspensión, sino sus investigaciones mismas que, de otra suerte, estuviesen ya truncadas y, en muchos casos, desperdiciadas, algunas con muchos años de proceso de investigación científica y tecnológica.


Con información de Gustavo La Jornada y @naprofe

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