"Me mostré preocupada por la corrupción y la impunidad en sus países", opinó la vicepresidenta de Estados Unidos sobre Guatemala y México.
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Todo era miel sobre hojuelas. Marcelo tenía su primer respiro después de la tragedia de la Línea 12, Kamala, la vicepresidente Kama Harris, enviada especial del presidente Joe Biden, llegó con hartos millones de dólares para México y a cambio de nada: “No pidieron nada a cambio, la materia laboral es donde hay mayor afinidad ideológica en ambos gobiernos —sostuvo el canciller Ebrard—, el gobierno de México está a favor de sindicatos y trabajadores. Estados Unidos tiene (también) un punto de vista a favor y no nos cuesta trabajo colaborar en ello.”
Y cómo considera la reunión entre el presidente López Obrador y Kamala Harris, le preguntó la prensa. Exitosa: “Fue una reunión exitosa y me parece que avanzamos a una magnífica relación entre ambos gobiernos, lo cual es una buena noticia, una relación cercana con nuestro principal socio comercial y vecino es una buena noticia”.
Y aunque no pasó de los calificativos de exitosa y de buena noticia, sin explicar el contenido de los acuerdos que los avalaren, sí contestó a pregunta de los medios que “la migración es un fenómeno positivo, no es algo necesariamente negativo. Pero lo que no se quiere es que las personas tengan que ser forzadas a migrar. Que pongan en riesgo sus vidas es algo que no se quiere”. Cómo evitarlo, se supone que fue parte de la plática, aunque no lo compartió.
En el mismo tono estuvo el presidente: fue una reunión trascendente, benéfica para nuestros pueblos y muy agradable, dijo.
“La reunión entre ambos mandatarios se traduce en avances como la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación económica de alto nivel; el fortalecimiento y atracción de inversión extranjera a México; la atención a las causas estructurales de migración en la región; la protección de Derechos Humanos, particularmente de las personas migrantes; y el impulso de los derechos laborales en México y Estados Unidos”, puntualizó.
Benéfica no solo para México, adelantó: “La firma del Memorándum de Entendimiento entre ambos países refleja la voluntad compartida para impulsar el desarrollo económico de manera sustentable en el sur de México y norte de Centroamérica.”
Kamala fue un tanto cuanto más cauta: "Las causas de la migración no se van a resolver en un viaje de dos días”. Y aunque por un momento pareció que respondía a López Obrador —quien fuera del protocolo dijo que abordaría con Kamala la migración atendiendo a sus causas— cuando dijo: “Creo que es una miopía para cualquiera de nosotros que esté en el negocio de la solución de problemas insinuar que sólo vamos a responder a la reacción en lugar de abordar la causa.”
Pero salvo ello, todo fue un éxito. Hasta hoy por la mañana.
Kamala Harris, en entrevista exclusiva con la agencia Efe, reveló que solicitó diplomáticamente a Guatemala y México asegurar en sus países "un sistema judicial independiente, una prensa independiente y que las organizaciones sin ánimo de lucro, las ONG, puedan hacer su trabajo sin interferencias. Eso lo dejé muy claro”.
Fui muy franca, dijo, al mostrarme "preocupada por la corrupción y la impunidad” en sus países.
La pregunta es, ¿qué pasó entre el martes por la tarde y el jueves por la mañana? ¿Por qué el cambio en la narrativa y el tono del discurso de la vicepresidente?
Quizás nunca lo lleguemos a saber. O tal vez nos lo cuente en sus memorias la vicepresidente norteamericana.
El hecho es que hoy, anticlimáticamente a lo aterciopelado de los comunicados de ambas partes sobre su visita a México, hizo público lo que, asevera, dijo en privado.
El presidente mexicano, por su parte, ayer y hoy arremetió de nueva cuenta contra el poder judicial en pleno, la prensa independiente y las organizaciones de la sociedad civil.
Tal vez Kamala solo haya utilizado a la agencia Efe para enviar una ayuda de memoria de su franca y expresa preocupación, diplomáticamente expresada en privado.
Tal vez, quizás, por primera vez en la historia de nuestras relaciones bilaterales, en lugar de que el titular del poder Ejecutivo norteamericano, Joe Biden, hubiese visitado personalmente a su vecino, socio comercial y par, envió a su segunda de a bordo a ocuparse de él.
¿A quién nos enviarán mañana?
Con información de Agencia Efe.
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