Espiral


La Ciudad de México no merece berlinizarse

Datos, resultados, consecuencias y retos.

#TheBunkerNoticias | La Ciudad de México no merece berlinizarse
Por: Redacción
  • 10/06/2021

Se dice que unos votaron por una causa noble y transformadora, en tanto que otros lo hicieron orillados por la guerra sucia. Unos por convencimiento y otros por aturdimiento.

Se asevera que algunos entienden accidentes y a responsables, sufren consecuencias y perdonan, mientras otros, sin sufrir en carne propia el luto y sus consecuencias, los magnifican con aviesos propósitos y por maligna manipulación.

Pues, ¡será el sereno!, diría mi santa madre: la gente vota por las razones que más le vengan en gana, se llama libertad y que chiflen a sus anchas.

Todo voto pesa igual, poco importan sus razones, emociones, resentimientos, miedos, locuras y cualquier otra clase de estímulos menos legítimos o legales, como compra y coacción del voto, o vil clientelismo, que los mueva en pro o en contra de alguien. Lo que cuenta es el sentido que el elector imprime a su voto, no si éste es a favor o en contra de quien en un momento dado lo observe, analice o juzgue.

Lo que importan son los resultados y sus consecuencias.

Nuestro gran riesgo es amurallar la ciudad en dos frentes irreductibles y conflictuados a muerte. Las primeras ciudades surgieron como reductos de seguridad, comercio, convivencia, cultura y superación.

Convertir ahora a la primera ciudad de México y una de las más grandes del mundo en una nueva Berlín, dividida por un muro de ignominia y polarización, sería, además de peligroso, suicida.

Geográfica y electoralmente encontramos dos bloques bien definidos. El reto es que los mandatos de las urnas no se traduzcan en barrancos infranqueables; que, por el contrario, sean tierra firme para fincar puentes indestructibles y manos hermanadas por los mismos problemas.

Veamos números. Con cifras preliminares, la alianza Morena y PT retiene 6 alcaldías; Vamos por México se alza con 9; Acción Nacional, en solitario, retiene su bastión en Benito Juárez y Xochimilco se está recontando en estos momentos, toda vez el PREP arrojó una diferencia menor al 1% en los votos recibidos, lo que hace imposible señalar, hasta ahora, un claro triunfador.

La alianza Morena PT, ganó en el oriente de la ciudad: Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Venustiano Carranza.

Vamos por México gana en el poniente de la capital: Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Tlalpan, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.

Benito Juárez (BJ) bien se puede contar como aliada de facto a Vamos por México y en Xochimilco la moneda está en el aire.

Ambos bloques, sin contar Xochimilco, tienen un peso electoral muy similar: 3 millones 729 mil 891 ciudadanos en el padrón electoral se ubican en las alcaldías en poder de Morena y su aliado, contra 3 millones 678 mil 684 ciudadanos empadronados en las ganadas por Vamos por México (incluida BJ): 48.11% contra 47.45%, respectivamente. Repetimos, sin contar Xochimilco. Esta alcaldía aportará al bloque en el que finalmente se ubique un peso electoral de 349 mil 8 electores, con un porcentaje de 4.5%, lo que, prácticamente, marcará la diferencia electoral entre uno y otro bloque partidario.

El electorado pues, se partió en mitades en la Ciudad de México. Lo que de suyo es coyuntural, habida cuenta que la población más plural de la nación, no puede encasillarse en dos extremos irreconciliables, de suyo ajenos a sus indiosincracias, peligrosos y explosivos.

La diferencia se abisma aún más cuando comparamos el Producto Interno Bruto (PIB) entre las alcaldías ganadas por uno y otro color.

Las 6 alcaldías donde triunfa Morena y PT suma un PIB de 397,850.5 millones de pesos, 9.29% del total de la Ciudad de México, en tanto que las alcaldías ganadas por Vamos por México, sumada la de BJ, alcanzan los 3,850,284.9 millones de pesos, equivalentes al 89.95% del PIB de la entidad.

9.29 por ciento versus 89.95 por ciento. Nada más.

Xochimilco, aún en la indefinición, tiene un PIB de 32,151.6 millones de pesos, 0.75% de la Ciudad, que deberá asimilarse a alguno de los dos bloques aquí descritos.

Las alcaldías que más PIB generan son Cuauhtémoc con 1,300,718.8 millones de pesos (30.39%); Miguel Hidalgo con 946,770.2 (22.12%) y Álvaro Obregón con 564,719.4 millones de pesos (13.19%). Juntas, ellas tres acumulan el 65.70% del PIB de la Ciudad de México.

Estas cifras hablan por sí solas: 9.4% del PIB contra 89.9 o 90.7, si le sumamos Xochimilco, nos muestran las desigualdades abismales que esquizan ominosamente a nuestra ciudad.

La discusión no es cuál bando es blanco y cuál negro, cuál justo y cuál miserable, cuál fifí y cuál transformador; sino cómo fue posible que en 31 años de gobiernos de izquierda en la Ciudad de México persistan, si no es que se agravaron, estos niveles de pobreza, marginación y desigualdad. ¿O fueron incapaces de revertir la pobreza, o la cultivaron a consciencia con fines electorales?

No es un problema de buenos y malos, sino de políticas públicas efectivas y medibles. De rendición de cuentas y no de cuentos sin fin.

Quizás era necesario que está profunda escisión política electoral fuese visible para mostar los constrastes que hoy se hacen alarmante y peligrosamente patentes, y que en buena parte explican un voto diferenciado, quizás, insistimos, no por clases sociales, sino por políticas de precarización.

Basta de muestra un botón. En el sexenio pasado, cuando se impulsó llevar agua potable entubada a ciertas zonas de Iztapalapa, quienes se inconformaron violentamente fueron las mafias que controlan el reparto de agua a través de pipas, a un precio mucho mayor, coludidas con las autoridades, entonces, delegacionales. No buscaban resolver problemas, sino explotar necesidades.

Finalmente, observemos el PREP. Morena y PT obtienen 876 mil 106 votos en casilla (sin desechar votos nulos), 43.76% de la votación total; Vamos por México, sumado PAN con BJ, un millón 64 mil 49 votos, equivalentes al 53.15%, quedando por asignar los 61 mil 992 votos pendientes de Xochimilco, que representan 3.10 por ciento. Si al final Xochimilco cae en manos de Morena y compañía, lograría 938 mil 98 votos, con un 46.85% de la votación total; pero si se va con Vamos por México, esta alianza alcanzaría un millón 126 mil 41 votos, equivalentes al 56.24 por ciento.

Con independencia de las explicaciones, justificaciones y acusaciones que se enderecen, la Ciudad de México no merece berlinizarse, demanda atender estas desigualdades abismales y atender a todos, con independencia del color de su alcaldía, la razón de su voto o lo endémico de su resentimiento.

Urge revisar las brechas que hoy separan dicotómicamente a nuestra ciudad y reencontarnos a la mitad del camino, el bienestar y la justicia.

¿No cree usted?


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