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Morena pierde ganando: realidad y consecuencias frente a “lástima fifís”

Morena gana a su favor 10 gubernaturas, lo que ampliará sus márgenes de maniobra para doblegar el federalismo hacia un centralismo personalizado.

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Por: Redacción
  • 08/06/2021

Los dioses ciegan a quienes quieren perder, los descaminan por la senda de la soberbia y la Hybris.

En democracia no hay triunfos absolutos ni eternos. Para entrar al juego se requiere una dosis significativa de tolerancia, que se sirve con humildad, y consciencia de finitud. La democracia no conoce imperios milenarios, su perspectiva es de fragmentos republicanos y compartidos de historia.

Por eso las democracias recurren una y otra vez a los números, comparaciones y prospectivas. No hay democracia que no se entienda sin un análisis serio y permanente del acontecer para entender, explicarlo y, hasta donde sea posible, conducirlo.

Empecemos por los grandes números agregados.

La participación ciudadana, para ser una elección intermedia (2021), fue alta. Fluctúa entre 51.7% y 52.5 por ciento. Trabajamos aún con números preliminares. Una de las grandes enseñanzas de estas elecciones es recuperar el horizonte de tiempos en el proceso electoral. No se pueden tener resultados definitivos la noche de la jornada electoral, hay que saber esperar y trabajar con las reservas de los datos preliminares, hasta que el miércoles siguiente a la elección, ya que todos los paquetes electorales se hallen concentrados en los consejos distritales, se abran y lean los resultados consignados en las actas de casilla y se sumen. De ser necesario, se recuenten aquellas casillas que generen duda fundada, en términos de ley.

Pero regresemos a la participación. Arriba de 51% es alta, desde 1997, con una participación del 57.6%, no se veían en una intermedia con estos niveles.

La alianza Juntos Haremos Historia, integrada por MORENA, PT y PVEM, es la triunfadora, con más derrotas que triunfos. Le sigue la Alianza Vamos por México y, dentro de ella, quien más gana es el PAN, le sigue el PRD que logra conservar el aliento, que ya es mucho, y quien más pierde, incluso por encima de los partidos que no lograron conservar su registro ni alcanzar ningún triunfo de mayoría relativa en la elección federal, es el PRI, que si bien se alza con algún triunfo es quien más posiciones pierde para colocarse finalmente de satélite de Acción Nacional.

Movimiento Ciudadano se consolida en algunas regiones, pero su triunfo en Nuevo León puede derivar en nulidad, hundiendo al partido, junto con el estado, en un viacrucis de desencuentros, obstáculos y humillaciones que no merece Nuevo León.

El PT se doctora de meretriz sodomizada de Morena y el Verde se coloca en el fiel de la balanza. Posición que en manos de los trúhanes que lo integran puede ser el mayor de los males de nuestra democracia en toda la historia nacional.

La vía legislativa se antoja intransitable con un presidente de corte autócrata, quien seguramente terminará por anular el Congreso en los hechos, si no que lo extermina de una vez por todas, de serle un estorbo.

Finalmente, es difícil ponderar la respuesta presidencial a las elecciones, toda vez que cuando esto se escribe, recibe en Palacio Nacional a Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y enviada personal del mandatario norteamericano, Joe Biden. Una vez que ésta abandone el territorio nacional y, dependiendo del humor en que nos deje al presidente, conoceremos su verdadero talante sobre elecciones y visita.

Muy bien. Vayamos ahora a los números de la elección de diputados federales. Morena alcanzó en 2018 por sí solo, 253 diputados, mayoría absoluta de los 500 que integran la cámara. A ellos sumó 48 del PT y 11 del PVEM, para alcanzar una cómoda mayoría calificada de 334 curules. Hoy, la alianza de estos tres partidos alcanza apenas 279 curules, mayoría absoluta sin duda, pero impotente para reformas constitucionales, perdiendo en total la suma de los tres partidos 55 diputados.

Acción Nacional en el 2018 obtuvo 79 diputados, el PRI 48 y el PRD 11. Hoy, juntos en la alianza Vamos por México, suman 198, 60 diputados más de los que, separados, cuentan aún en la legislatura que concluye. Movimiento Ciudadano pasa de 25 diputados a 23.

Morena, pues, gana perdiendo y consolidando una alianza en su contra, producto de su propia guerra sucia.

De las 15 gubernaturas en juego, el PRI pierde las 8 que tenía en su poder. Sonora y Tlaxcala pasan a favor de la Alianza Morena, PT, Verde y Nueva Alianza (como partido local); Guerrero, Colima, Campeche y Zacatecas los entrega a Morena; Sinaloa a Morena y PAS (partido local); Michoacán a Morena y PT; y San Luis Potosí al Verde. El PRD pierde Michoacán en favor de Morena y PT, Nuevo León, gobernado por Jaime Rodríguez, primer y único gobernador independiente, se pierde a favor de Movimiento Ciudadano. Por su parte Acción Nacional pierde Nayarit que pasa a la Alianza Morena, PT, Verde y Nueva Alianza (como partido local) y Baja California Sur a favor de Morena.

Solo 3 gubernaturas no cambian de manos: Querétaro y Chihuahua que conserva el PAN y Baja California que permanece bajo los colores de Morena.

En 2020, de las 32 gubernaturas, 12 eran del PRI que se reducen en este 2021 a 4; 10 del PAN que baja a 8; 7 estaban en posesión de Morena que ahora suma 17; Movimiento Ciudadano pasa de 1 a 2; PRD pierde Michoacán, su única gubernatura, el independiente Nuevo León y el Verde, sin tener gubernatura en el 2020, se hace de San Luis Potosí.

Morena, pues, gana a su favor 10 gubernaturas, lo que ampliará sus márgenes de maniobra para doblegar el federalismo hacia un centralismo personalizado.

¿Pero cómo gana Morena? Baja California con un holgado margen del 16.9 puntos porcentuales; Baja California Sur con un diferencial de 6.62%; Campeche por 1.76%, Colima con 5.31% de margen; Guerrero por una diferencia de 8.92%; Michoacán con uno de 11.5%; Nayarit con más de 28 puntos porcentuales de diferencia; Sinaloa por 23.65%; Sonora arroja una ventaja de 15.81%, Tlaxcala de 11.26% y Zacatecas otro de 14.2%. Sus márgenes, aún siendo con resultados preliminares, son holgados salvo en Campeche.

Por su parte, el PAN conserva Chihuahua con 13.73% de margen y Querétaro con 31.26%. El Verde gana San Luis con diferencia de 4.28 puntos porcentuales.

Finalmente, en la Ciudad de México Morena pierde todas las alcaldías del occidente de la capital: Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan. El mayor golpe a su hegemonía, primero en PRD y ahora reconvertido en Morena, en la capital del país.

En conclusión, Morena gana y pierde. Bien haría Morena en analizar su situación, contabilizar sus pérdidas, consolidar sus triunfos y evaluar sus aciertos y errores. Poco ayudan posturas como “lástima Fifí”, que si bien halagan a sus seguidores, huyen de la realidad y no asumen consecuencias.

Con información de GEP, Grupo de Estrategia Política. Asuntos Políticos y Consultoría Política.

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